Garbiñe Muguruza inició ayer su tercera participación en el Abierto de Australia con victoria ante la neozelandesa Marina Erakovic, por 7-5 y 6-0.

En la pista 7 del complejo de Melbourne Park, Garbiñe se impuso en 88 minutos en el primer duelo de su carrera contra Erakovic y avanzó a la segunda ronda donde se enfrentará a la eslovaca Daniela Hantuchova, que venció a la china Saisai Zheng, por 6-4 y 6-4.

Garbiñe deslumbró el pasado año al alcanzar los octavos de final en Melbourne. Entonces fue capaz de derrotar a la danesa Caroline Wozniacki entre otras, y solo la polaca Agnieszka Radwanska pudo con ella cuando se jugaba el pase a los cuartos.

Protegido su tobillo izquierdo tras sufrir una torcedura que le hizo perderse su primer torneo de la temporada, la discípula del entrenador irundarra Alejo Mancisidor necesitó 46 minutos para ganar el primer set, recuperándose de una desventaja de 4-1. «Era el momento clave, yo me dije: `No puedo estar jugando siempre tal mal y ella tan bien'», comentó, pero añadió que «todas empezamos con dudas, por eso quizás sucedió lo del lunes que cayeron la mitad de las cabezas de serie». En este sentido, apuntó que «la diferencia en el tenis femenino no es tan grande, pero se aprecia en los momentos importantes, ahí es donde las buenas se imponen», puntualizó.

Una vez conseguido el primer set, Muguruza comenzó a enlazar golpes ganadores para dejar en blanco a su rival y hacerse con la segunda manga en tan solo 22 minutos y acabar el partido con rapidez.

Tranquilidad para los favoritos

En cuanto al resto del cuadro femenino, después de la rápida salida el lunes de ocho favoritas, ayer imperó la calma, y la estadounidense Serena Williams superó con facilidad a la belga Van Uytvanck, 106 del mundo, por 6-0 y 6-4, eliminando de su camino a una jugadora que en el segundo set la acechó con fuertes restos al fondo de la pista.

Conoce Serena que Maria Sharapova puede arrebatarle el primer puesto de la clasificación, si la rusa alcanza la final, y ahora otra de esta nacionalidad, Vera Zvonareva, le obligará a mayor contundencia. La eslovaca Dominika Cibulkova, sorprendente finalista el pasado año, tuvo que remontar el primer set, antes de doblegar a la belga Kirsten Flipkens, por 3-6, 6-3 y 6-1, mientras que la bielorrusa Victoria Azarenka, campeona en dos ocasiones, pero fuera del grupo de las favoritas después de un año 2014 plagado de lesiones, se deshizo de la estadounidense Sloane Stephens, semifinalista en 2013, por 6-3 y 6-2.

En el cuadro masculino, el serbio Novak Djokovic demostró que se encuentra en condiciones de alzar por quinta vez la copa de campeón en Australia, mientras que el suizo Stan Wawrinka inició su defensa en un partido que calificó de perfecto.

Djokovic se impuso al esloveno Aljaz Bedene, de la fase previa, por 6-3, 6-2 y 6-4 casi sin sudar, manteniendo el ritmo y la determinación con la que deslumbró en la segunda parte del pasado año. «Hoy fue genial, la forma perfecta de empezar», declaró entretanto Wawrinka al derrotar a Marsel Ilhan, el único jugador turco de la competición, por 6-1, 6-4 y 6-2.