El deporte vive de sus mitos y en la modalidad del leño, hablar de Óscar Insausti es hacerlo de una marca que parecía inalcanzable con sus siete títulos consecutivos de 1995 a 2003. El iruindarra sigue siendo el más laureado, pero desde ayer ya tiene más cerca a un Pablo Fusto que se caló su quinta txapela, cuarta consecutiva y, por el momento, no parece tener muchas ganas de parar.

Seguro que el de ayer en el Bizkaia de Miribilla no fue el partido más espectacular del bonaerense, no deslumbró con esos eléctricos pelotazos con los que acostumbra a amilanar a sus rivales, pero sí que tuvo una solvencia absoluta que le permite mantener otro registro solo al alcance de los elegidos; no ceder un solo set en las últimas cuatro finales disputadas.

Como el año pasado, su rival ayer fue un Xabier Ibargarai que parecía tener las ideas muy claras antes del comienzo del partido pero al que, como a todos, la mente se le nubló cuando se vio ante el argentino.

Agazapado

El zaguero de Erratzu saltó a la cancha con la firme intención de aprovechar el saque y tratar de mover al campeón, pero fue el delantero el que jugó a pie quieto y tuvo al navarro completamente a su merced.

Entre la velocidad imprimida por Fusto a la pelota y los nervios que atenazaron al aspirante, el primer set se lo llevó el favorito por un contundente 10-3. El saque debía ser el recurso de Ibargarai, pero solo cometió una falta y fue el argentino el que sumó un tanto con con el pelotazo inicial.

La inercia se mantuvo en el segundo parcial, en el que el navarro seguía sin poder pasar por encima al muro que Fusto instaló en torno al cuadro cinco. Así, solo cuando el delantero dejó muy encaminado el set con un claro 6-1, comenzó a soltarse Ibargarai, logrando poner su primera pelota en el rebote. No fue suficiente para hacerse con el parcial, pero los otros tres tantos que puso atrás marcaron un cambio de tendencia (10-5).

Con todo perdido, Ibargarai comenzó a dar el nivel que se le presumía, soltando buenos pelotazos y sometiendo a Fusto, llegando a adelantarse 7-4. Pero en un día aciago, la suerte tampoco le acompañó y Fusto terminó ganado por 8-10.