El fiscal mexicano, Jesús Murillo, reiteró ayerque «no hay nada que ocultar» en la investigación sobre la desaparición de los 43 estudiantes de Iguala, y respondió algunas de las críticas hechas en los últimos días a la versión oficial. Indicó que el expediente de la Fiscalía ha estado «totalmente» abierto para los abogados de los familiares de los 43 estudiantes de Ayotzinapa. Sobre el silencio en torno a la muerte la noche del 26 de setiembre de Julio César Mondragón, cuyo cuerpo desollado fue encontrado en la zona donde los estudiantes de magisterio fueron atacados por policías locales, lo atribuyó a que «sigue abierta la investigación».