BERA BERA 28

CLEBA LEÓN 21

Bera Bera solventó sin complicaciones, y también sin brillo, la última cita de la primera vuelta liguera, con una victoria clara ante el Cleba León que se vislumbraba ya desde el 4-0 inicial, con un equipo visitante que perdía el balón en sus cuatro primeros ataques sin lanzar a gol. Bera Bera lo agradeció a su manera. Ana Martínez había hecho el primer gol de suspensión tras sacar de centro, y los tres siguientes fueron de contraataque directo de Ziarsolo y Alba Menéndez (2). Javi Callejo ya había parado el tiempo cuando solo se llevaban dos minutos y medio de partido para jalear a sus jugadoras, que volvieron algo más centradas, mientras Bera Bera, tras el 4-0, se quedaba atrancado y no conseguía marcar hasta casi siete minutos después, intervalo en que Cristina González paraba un penalti a Ziarsolo y un remate de Ezkurdia, y Ana Martínez, Menéndez y Arrojeria perdían tres balones.

Cleba se aproximó a un gol (4-3), pero Bera Bera le endosaba otro 4-0 (8-3) que le devolvía la ventaja. La superioridad donostiarra era patente, y la seguridad que inspiraba su defensa y, sobre todo, Temprano detrás (13 paradas antes del descanso, entre ellas dos de siete metros a Caño y Méndez), permitían llevar el resultado controlado, aunque el juego no fuera nada fluído, y las variaciones provocadas por las ausencias (Azanza se sentó en el banquillo, pero no jugó debido a un problema en un tendón de aquiles, sumándose a las bajas de Eli Pinedo, Etxeberria y Mujika), se traducían en cierta inseguridad en la circulación, dudas y malos pases, hasta acumular una docena de pérdidas de balón en los primeros 30 minutos que impedían a las donostiarras poder encontrar un ritmo de juego adecuado.

En la búsqueda de una mayor fluidez, y tratando de hacer daño al 5:1 planteado por el Cleba en defensa, Aitor Etxaburu probó a jugar con dos pivotes, pero el resultado no fue satisfactorio. Con Arrojeria en el extremo izquierdo dando descanso a Ziarsolo, y Arizaga y Elorza en la primera línea del 2:4 ofensivo, se multiplicaron las pérdidas y el Cleba, que solo contaba con la habilidad de Caño y las suspensiones de la lateral Méndez para hacer daño -la talentosa zurda juvenil Prieto no se desplazó a Donostia por precaución, con molestias en una rodilla-, podía ir aguantando sin que Bera Bera se despegara definitivamente.

En los últimos instantes se reflejó además la gris tarde de las donostiarras con una jugada que se repitió dos veces en un minuto: una parada de Temprano a Caño propiciaba un contraataque en segunda oleada perfectamente ejecutado, que llevó el balón al extremo de Ziarsolo, y su vaselina se iba al larguero. En la siguiente acción Temprano detenía el remate de Blanco, nueva contra en segunda oleada, con balón a Ziarsolo en una situación idéntica, y esta vez su remate fuerte, cruzado, al palo largo, lo repelía el poste.

La segunda mitad apenas fue algo más que un intercambio de goles en espera del pitido final, con la anécdota del gol liguero que hacía el 16.000 en División de Honor, marcado por Ederra a pase de Elorza (el 23-14), y que sucedía así al 15.000 de Etxeberria y el 14.000 de Eli Pinedo.