QATAR 22

FRANCIA 25

Francia suma un nuevo título, de manera muy incómoda por la asfixiante presión a la que le sometió su rival durante los 60 minutos, y los jugadores de Qatar se entregaron al 120% cada segundo del partido, cerrando de manera mucho más que digna un campeonato histórico, el primero en que una selección no europea se mete en el podio, e incluso llega a jugar la final.

Qatar salió desde el inicio con la intención de dificultarle el ataque a Francia con una defensa abierta y profunda que atacaba a sus rivales más allá de los nueve metros. Pero entre Narcisse, Karabatic y Nyokas rompían el sistema, y además los árbitros castigaban la agresividad qatarí con tres exclusiones antes del primer cuarto de hora (dos a su especialista defensivo Mabrouk, y otra a Capote).

Francia se escapaba de cuatro goles (5-9) y Valero Rivera paraba el tiempo para arengar a gritos a sus jugadores, que entendieron el mensaje y volvieron con menos complejos a la pista. Francia aún aumentaría su ventaja a seis (7-13), pero Capote y Markovic, con tres goles cada uno, y Saric, con siete paradas, la acortaban a tres al descanso.

En la reanudación Qatar volvía a salir a tope, y dos goles de Mallash le acercaban al 13-14, avivando sus aspiraciones. Francia volvía a ponerse a tres, pero Qatar seguía achuchando (17-18, 18-19, 19-20), hasta el punto de que Claude Onesta optaba por sustituir a Karabatic y Narcisse con el fin de poder reservarlos para un tramo final que podía llegar a complicarse. Fernandez dio descanso a ambos y cumplió los minutos que estuvo en pista, con Porte y Barachet metiendo los goles y Francia castigando al contraataque cada error qatarí .

A diez minutos del final volvía la ventaja de tres (19-22), que se convirtió en un muro inalcanzable para los anfitriones.