Ion SALGADO GASTEIZ
Denboralea Euskal Herrian

La nevada más copiosa de los últimos diez años tiñe de blanco Gasteiz

La mayor nevada de los últimos diez años obligó a suspender la operativa de carga del aeropuerto de Foronda y provocó numerosas incidencias sobre el tráfico. Algunas personas, como el parlamentario de EH Bildu Dani Maeztu, recurrieron a los esquíes para desplazarse por las calles de Gasteiz, y los más valientes optaron por la bici. Los que no tuvieron que trabajar pudieron disfrutar de una ciudad teñida de blanco, cubierta por un manto de 30 centímetros.

«Hacía diez años que no caía una nevada así, hemos registrado espesores de 30 centímetros». Las palabras del concejal de Seguridad Ciudadana de Gasteiz, Alfredo Iturricha, resumen la situación que se vivió ayer en las calles de la capital alavesa, donde se sucedieron los atascos y las caídas. Así, no es de extrañar que Dani Maeztu echase mano de los esquíes para llegar al Parlamento. «Algunos dirán que es 'friki', pero era lo mejor para moverse por la ciudad», explicó el parlamentario de EH Bildu, que decidió aparcar el coche tras ver como derrapaba un vehículo en la primera rotonda de Portal de Gamarra.

En declaraciones a GARA, relató los pormenores de una larga travesía no exenta de incidencias. «He cogido los esquíes, pero no me he dado cuenta de que las fijaciones no estaban preparadas para estas botas, y he tenido que ir a un taller a pedir un destornillador», bromeó tras reconocer que la recta que une la Avenida del Zadorra con Zaramaga es «más larga de lo que parece cuando vas en coche. Pensaba que no llegaba». Al menos, el centro de la ciudad «estaba perfecto» para ir con esquíes, ya que, a diferencia del miércoles, ayer las maquinas no pudieron impedir que la nieve tapara aceras y carreteras.

Bastaba con ver la plaza de la Virgen Blanca para comprobar la magnitud de la tormenta. «Esperaba que Vitoria estuviese más limpia. No se si es porque ha caído demasiada nieve, o porque ha habido un poco de descontrol», manifestó Pedro, un vendedor de cupones que ayer recordaba las copiosas nevadas de antaño. «Este es el invierno de Vitoria, y lo cierto es que llevamos unos años bastante benévolos. Ahora toca volver a la realidad», remarcó.

Mientras Pedro atendía a sus clientes en la parte baja de la plaza, Jaison se esforzaba por retirar la nieve de la entrada de El Mentirón. «Es un poco duro porque no para de nevar pero hay que tenerlo todo limpio», afirmó este joven camarero. Cerca, en la plaza General Loma, Iñigo también se afanaba por mantener limpia la acera. «Estamos adecentando un poco la calle, quitando la nieve para que la gente no se resbale y pueda entrar», señaló tras advertir de que el frío no desaparecerá hasta la próxima semana.

Una buena noticia para estudiantes y jubilados, que se echaron a las calles de Gasteiz para disfrutar de un paisaje idílico. Una blanca postal retratada por forasteros y locales. «Se agradece ver la ciudad así y espero que aguante un par de días, porque hacía años que no nevaba tanto», destacó un joven gasteiztarra que disfrutaba de un café en compañía de su perro. Asimismo, en el parque de La Florida, Maitane fotografiaba los efectos de la nevada. «La ciudad está preciosa, y la capa de nieve es impresionante. A ver si aguanta hasta el fin de semana para ir por ahí», subrayó.

Al igual que Maitane, José Mari espera que la nieve no se deshaga con rapidez. «Está bonito, y prefiero que se mantenga un par de días o más», añadió este anciano, que no mostró miedo a los resbalones. A este respecto, cabe señalar que, al igual que ocurrió el miércoles, cuando los servicios de emergencia atendieron a 70 personas, ayer decenas de vecinos y vecinas visitaron las urgencias de Txagorritxu y Santiago por fracturas y contusiones.

Más allá de la vías

Los efectos de la nevada eran más visibles en la periferia y en algunas zonas del sur de Gasteiz. En el campus universitario, la nieve complicaba la movilidad y ponía en apuros a los valientes que se atrevían a ir en bici a clase. «He intentado venir en bici, pero me he tenido que bajar por culpa de la nieve», lamentó Maite, una joven estudiante que ayer echó de menos a los operarios de limpieza.

Adrián, estudiante de ingeniería, también expresó sus quejas. «Soy de San Martín, y a la mañana era muy complicado llegar hasta aquí», criticó.

Las complicaciones también afectaron a las personas residentes fuera de Gasteiz. Tatiana, por ejemplo, tuvo que coger una hora antes el autobús que conecta Bergara con la capital alavesa. «El camino hasta Vitoria estaba bien, lo que más le ha costado ha sido recorrer la ciudad», relató ante la atenta mirada de Lorea, una ermuarra que no sabe si volverá a casa este fin de semana.

Ante la posibilidad de que el tiempo empeore -Euskalmet anuncia un descenso en las temperaturas-, muchos estudiantes decidieron abandonar ayer la capital alavesa. «Somos de Donostia y vamos a coger un tren», señalaron Eva y Blanca, mientras intentaban deslizar sus maletas por la nieve. Un elemento al que no están acostumbradas. «Lleva nevando desde el domingo. Todos los días nieva, pero cada día me sigo asombrando. Es como si estuviese en la montaña», indicó Eva.

Al anochecer nevaba copiosamente en Iruñea, donde el desplome de las temperaturas unido a las fuertes rachas de viento acrecentaron la sensación térmica de frío.

Viento por la noche y poca precipitación dan un respiro en Aiaraldea

En Aiaraldea, pequeñas apariciones de sol durante la mañana entre chaparrones débiles cambiaron completamente la situación vivida el miércoles. Pese a que las previsiones pintaban crudo y tuvieron a los residentes expectantes, pendientes de la información y del whatsap, en una comarca en la que el alumnado de muchos pueblos depende totalmente del transporte escolar, el temporal amainó de forma considerable. Las fuertes rachas de viento registradas durante la noche y los chaparrones, a veces de granizo, en forma de agua-nieve o de pequeños copos no ocasionaron problemas importantes, más allá de algún caso puntual. Con lo cual, con el paso de las horas se fueron abriendo manchas en el blanco manto que todo lo había cubierto 24 horas antes.

«Ayer -por el miércoles- en poco tiempo nevó mucho y las máquinas estaban preparadas, pero no daban abasto, quitaban y se volvía a cubrir», explicaban en Aiara, donde siguen de cerca la evolución de un temporal del que temen el hielo y que la nieve vuelva con fuerza el lunes . N.G.

Un manto sobre el interior de Gipuzkoa mientras la costa espera mirando al cielo

La ola de frío que entró por el oeste de Euskal Herria y que dejó nevadas repartidas en diferentes puntos avanzó ayer hacia el este, por lo que más localidades guipuzcoanas se tiñeron de blanco. En las que ya había nevado los días anteriores se acumuló una capa considerable haciendo las delicias de los más pequeños que se lanzaron sobre plásticos por las pendientes.

En localidades como Zumarraga y Urretxu la nieve blanqueó las calles con precipitaciones que apenas cesaron desde la tarde del martes. Ambos ayuntamientos trabajaban en las labores de prevención y mantenimiento limpiando las calles y echando sal para evitar accidentes. Por la mañana, la nieve impidió que los autobuses escolares accedieran a la ikastola, por lo que los más pequeños tuvieron que acceder a pie acompañados por profesorado y monitores.

En la vecina Legazpi, el miércoles por la noche la nieve acumulada sobre el hielo causaba problemas a los vehículos de mayor envergadura como los camiones de basura que intentaban realizar su trabajo. Ayer por la mañana el autobús local que acerca a la gente de los barrios al centro ofreció su servicio aunque llevaba algunos minutos de retraso y no era capaz de llegar hasta Brinkola. Durante todo el día se alternaron los chubascos de nieve y los claros, por lo que se llegaron a alcanzar unos 15 centímetros de espesor en las zonas donde la nieve estaba virgen. La gente prefirió no coger el coche en la medida de lo posible y dejar los quehaceres que lo requerían para otro momento. Ataviados con botas de monte, eran más de los habituales los vecinos que eligieron el tren como medio de transporte.

El Ayuntamiento legazpiarra advirtió de que debido al temporal hoy no se celebrará el habitual mercado de los viernes en la plaza. De hecho, esta se encuentra totalmente cubierta de nieve. Asimismo, aunque los trabajadores municipales estuvieron echando sal en la carretera y las aceras desde primera hora de la mañana, dejaron varios sacos en diferentes puntos del pueblo para que los vecinos hicieran uso de ella en caso necesario.

El puerto de Udana, aunque nevado, se encontraba en mejores condiciones que el día anterior, ya que el hielo formado daba paso a una espesa capa de nieve que permitía atravesarlo prácticamente con normalidad, sobre todo a quienes llevaban ruedas para nieve. Los quitanieves trabajaron más intensamente que los pasados días por lo que el acceso a Debagoiena desde Udana era más fácil y seguro. Los prados de Oñati también amanecieron blancos y las carreteras se cubrían de vez en cuando, pero los bomberos se afanaban por limpiarlas. La nieve de Arrasate era ligera y se aguó en seguida y esto deslució la estampa blanca habitual de estos días.

Si nos vamos a la costa guipuzcoana, en las calles de Donostia se intuían muchas ganas de ver nieve pero apenas cayeron algunos pequeños copos por la mañana y el resto de precipitaciones, aunque ligeras, fueron en forma de granizo y lluvia. A pesar de que se imponía la normalidad, la Mesa de Crisis reunida a mediodía decidió volver a esparcir sal por la noche en determinados puntos de la ciudad costera. Nagore BELASTEGI