La lesión de Carlos Vela en el Santiago Bernabéu encendió las alarmas en la Real Sociedad y su entorno, hasta el punto de que el club comenzó a buscar un jugador sin contrato para sustituirlo. Pero como casi siempre que hay un problema en el club blanquiazul y se buscan soluciones fuera a la desesperada sin encontrarlas se demuestra que suelen estar en la propia casa.

Así Eñaut Zubikarai hizo olvidar a Claudio Bravo el año del ascenso cuando se lesionó y el club intentó fichar a Queco Piña la misma temporada en la que emergió Antoine Griezmann mientras la Real buscaba en verano otro jugador de banda izquierda que añadir al fichaje del colombiano Jonathan Estrada.

La lesión de Vela se sumó al fracaso de todas las gestiones realizadas para incorporar jugadores atacantes en enero y tres partidos han bastado para sentir que para mantener la categoría con una cierta tranquilidad, que es el único objetivo para lo que queda de temporada, basta con confiar en lo que siempre ha resultado, echar mano de lo que hay dentro del club.

La Real ha marcado siete goles y ha sumado cinco puntos en los tres partidos que ha jugado desde la lesión de Vela. Cifra que supera los seis tantos marcados en las ocho jornadas anteriores con el mexicano. Por eso el domingo nadie se acordaba de él, ni de Nabil ni de ninguno de los jugadores ofensivos a los que se situó en la órbita de la Real.

El hijo antes que los periodistas

Los goles que han dado las últimas victorias y la tranquilidad que tiene ahora la Real los ha conseguido Xabi Prieto, protagonista ayer en Zubieta porque su hijo mayor, Jon, le obligó a ejercer de padre tras el partido y tuvo que jugar con él sobre el césped de Anoeta y retrasar su comparecencia ante la prensa: «Había salido alguna otra vez, metes un golazo y tuve que repetir porque no se quería ir...».

Fue una de las fotos bonitas del mediodía. Otra es la que acompaña esta información, el abrazo cargado de emoción entre dos goleadores, pero ante todo entre dos realistas que sabían de la importancia del gol que valió la victoria el domingo.

Xabi Prieto reconoció que en ese momento sintió «un subidón, no porque lo hiciese yo, sino porque servía para ganar. Era un partido en el que necesitábamos sumar los tres puntos y tal como se dio fue un subidón -repetía-. En el minuto 78 con el 2-3 nos fuimos al ataque, arriesgamos mucho, yo acabé jugando de lateral derecho... Hubiera firmado el 3-3, pero con el empate no nos conformamos y fuimos a por el cuarto con la opción de Chory, el tiro de Pablito y el corner que nos dio la victoria».

Añadía que «no es fácil ponerte 2-3 tras ir todo el partido por delante. Quedaban 18 minutos y, así como otras veces se nos fueron muchos puntos al final, pensamos en el empate y en hacer el cuarto. Creímos. Hubo cosas positivas y negativas, como ponerte dos veces por delante y que te den la vuelta por no saber amarrar el resultado, los goles a balón parado...».

Tres goles en saques de esquina

Pero también la Real marcó así tres goles con menos saques de esquina que el Sevilla y consiguió que nadie se acordara el domingo de Vela, aunque el capitán realista tiene claro que «Carlos no deja de ser importante por hacer cuatro goles. Es nuestro mejor jugador, el más determinante, el que más goles hace. Queremos que se recupere cuanto antes, pero cuando no está sale otro jugador que lo puede hacer bien y somos capaces de ganar».

El que más ha respondido en su ausencia es Agirretxe, que ha marcado en los tres partidos sin Vela. El capitán destacaba que «puede estar jornadas sin marcar, pero no se le había olvidado marcar goles. Como Alfred, que por ahora no ha encontrado su momento, pero ha demostrado que tiene muchísimo gol, aunque no ha llegado aún el momento. Mi caso es diferente, no tengo tanto gol, pero estoy feliz por marcar el gol de la victoria y sumar tres puntos que necesitamos para tener una semana tranquila para preparar un partido difícil como el de Valencia y darle continuidad».