Joseba VIVANCO
ATHLETIC Los rojiblancos afrontan de sopetón jugarse el pase a otra final de Copa

Sin tiempo de subirse al balón

La vorágine de `finales' impide valorar con tiempo hechos como la derrota ante el Torino, los 500 partidos de Iraola o el gol 4.500.

El joven Williams la disputó en banda, el guante interior de Beñat la templó y allí, en el segundo palo, surgió ganando la espalda a su par Andoni Iraola para hipnotizar la pelota y firmar un gol que ni el mismísimo `mago de Fuentealbilla'. Era el 1-1 ante el Torino hace ni una semana y el de Usurbil, fiel a su sencillez, su naturalidad, no gesticuló, ni hizo ademán alguno, ni aspavientos. Fue felicitado y retornó a su carril. Como diría el dueño durante años del lateral zurdo de Inglaterra Stuart Pearce, «si marco un gol, sé que tengo una faena en defensa porque el equipo contrario intentará marcar otro. En lugar de correr arriba y abajo como un idiota, me estoy quieto y disfruto del momento». Como Iraola. La megafonía cantó su nombre y la grada coreó su apellido por primera vez esta temporada.

Este domingo, Andoni cumplió un objetivo marcado por él mismo allá en agosto -como admitió ayer en Lezama-, alcanzar su partido 500 vistiendo la zamarra que Iribar se enfundó 614 veces, Rojo I 541 y Joseba Etxeberria 514. Curioso, tres guipuzcoanos entre los cuatro primeros. Números mayores. Iraola, todo un referente en la historia rojiblanca con esa cifra y con su compromiso, pero que la vorágine del fútbol en la que vive inmerso este Athletic apenas permite paladear ni analizar con mesura, con tiempo, con el mimo merecido.

Andrei Kanchelskis, aquel jugador que militó en el Manchester United, Everton, Fiorentina o Rangers, considerado uno de los mejores extremos diestros del mundo, en cierta ocasión, y sin pensarlo dos veces, puso los dos pies encima del balón para otear mejor el partido. Si hiciésemos un ejercicio parecido, en el ecuador de esta trepidante semana, observaríamos que apenas sí ha dado tiempo a digerir que de buenas a primeras el Athletic se haya descabalgado de una competición europea a la que tanto cuesta llegar y que tan pocas alegrías nos ha regalado este curso. No hay tiempo. Europa, Liga, Copa...

Veríamos que Iraola saltó al césped en Ipurua para echarse 500 partidos de rojiblanco a la espalda o que Iker Muniain jugará en Cornellá este miércoles su encuentro 250 con los leones y eso con 22 añitos. Contemplaríamos cómo Carlos Gurpegi no solo cabeceó el tanto de la victoria ante el Eibar sino que el gran capitán navarro, por si no fuera suficiente el legado que dejará en el Athletic cuando se retire, firmaba el gol 4.500 de la historia del club bilbaino, solo por detrás de Madrid (5.687) y Barça (5.632), y por delante de Atlético (4.384) y Valencia (4.271).

Miraríamos cómo en el once inicial jugaban juntos y con buena nota dos prometedores chavales de la cantera, Guillermo -del que el exmadridista y hoy entrenador Michel dijo ayer «en ese jugador hay un gran delantero»- y Williams, que permiten observar con menos pesimismo el inevitable relevo generacional en la vanguardia del grupo, sin olvidar la primera convocatoria para el primer equipo del joven central Yeray.

No hace mucho le preguntaban a Ernesto Valverde por la falta de ambiente en el entorno rojiblanco ante alguna de las últimas citas clave del equipo y el técnico hablaba de que el Athletic lleva estos últimos años jugando finales, disputando tardes y noches a cara y cruz, encuentros de sí o sí, europeos o domésticos, y al caviar uno se acostumbra pronto, para lo bueno y para lo menos bueno.

El calendario del equipo esta campaña es una montaña rusa de sensaciones, de estados de ánimo, de retos, de `finales'. Tanto que a veces parece soslayarse que en dos días el Athletic se juega su pase a una nueva final de Copa, la nada menos que tercera en los últimos siete años. Como los de Iraola, como los de Muniain, como el gol de Gurpegi, números mayores.

«A nosotros nadie nos ha puesto en estas semifinales, hemos tenido que ganar eliminatorias, ganar a buenos equipos, tenemos una oportunidad, preciosa, nos queda un partido y hay que aprovecharlo», sostenía ayer el de Usurbil. Su compañero Gurpegi lo decía tras ganar en Eibar y pensar ya en el Espanyol, «para algunos quizás sea el partido más importante que nos queda y si pasamos será el segundo más importante».

Y así, sin tiempo para pararse y poner ambos pies sobre el balón, hoy Valverde ofrece sus impresiones previas a la semifinal, antes de partir hacia Barcelona.

De Alto Riesgo. La Comisión Estatal contra la Violencia en el Deporte ha declarado de Alto Riesgo el choque de vuelta de la eliminatoria que se disputa en el Power8 Stadium, en tanto la Ertzaintza recomienda a los seguidores rojiblancos concentrarse en la Fan Zone en la plaza Fira de Cornellá.

Candidatura de Urrutia. El expresidente rojiblanco Josu Urrutia presentará ante la prensa su candidatura a Ibaigane y su Junta Directiva en un acto que se celebrará este mediodía.