Natxo MATXIN
ALAVÉS Nueva victoria casera con solvencia

El bálsamo de Mendizorrotza

Como ante el Zaragoza, los de Alberto López volvieron a firmar un partido muy serio, con un gran número de ocasiones en ataque y apenas peligro en su zaga. Goitia relevó a Manu Fernández en la portería, Juanma volvió a marcar y Lanzarote finiquitó el encuentro.

ALAVÉS 2

MALLORCA 0

Mendizorrotza es ahora mismo todo un bálsamo para el Alavés. Todas las penurias que padece lejos de Gasteiz se acaban cuando salta al césped del estadio albiazul. Sin tanto alarde pero con la misma solvencia que ante el Zaragoza, el Glorioso se deshizo de un Mallorca que aterrizaba invicto desde que Miquel Soler se hizo con las riendas del banquillo bermellón. Lejos de inquietar esa notable trayectoria visitante, a los de Alberto López les sirvió de acicate para emplearse desde el minuto inicial en doblegar a su oponente isleño.

Ya desde ese momento se notó la diferente tensión e intensidad en ambas escuadras, con un Alavés bastante picado en su orgullo tras sus dos últimas derrotas foráneas y un Mallorca henchido por la euforia, lo que le acabaría pasando factura. Los anfitriones no cejaron en su empeño hasta que vieron perforada la portería de Cabrero.

La jugada fue todo un paradigma del diferente sentir con el que unos y otros habían entrado al partido. El tesón de Manu García por robar el balón en la salida mallorquinista desde atrás propició un lance que acabó con el disparo preciso y colocado a la base del palo de Juanma. El gol que consiguió ante la Llagostera animó a Alberto López a alinear en el once al mediapunta extremeño, lo que fue todo un acierto.

La diana en contra desperezó al Mallorca, quien protagonizó un par de contras con cierto peligro, pero los anfitriones no estaban dispuestos a dejar escapar los puntos. A partir de ahí, el envite fue de total control local con un Lanzarote que sería parte activa a la hora de rematar la faena. Tras una intentona doble en el 37 y el 55, llegó el lance que mató el encuentro apenas un minuto después.

Un preciso envío de Sergio Llamas, que había sustituido a la media hora al renqueante Rafa García -pendiente de pruebas para determinar si padece una rotura muscular-, fue controlado de manera magistral por el talentoso futbolista cedido por el Espanyol después de romper la espalda de la defensa rival. Habituado a manejarse en esas situaciones, Lanzarote no se puso lo más mínimo nervioso para materializar el definitivo 2-0 con una certera definición.

Relevo en la portería

Lo que era un secreto a voces a raíz de los graves fallos que había cometido Manu Fernández se plasmó sobre el verde. Alberto López decidió dar un giro en la portería y puso de inicio a Iñaki Goitia después de estar once meses relegado al banquillo en la competición liguera. La decisión también resultó acertada, aunque el técnico le restó importancia ante los medios. «Eliges a los más convenientes, no hay que dar ninguna justificación», se limitó a decir.

En cambio, y aunque entre semana había ensayado otra vez con el 4-1-4-1 que tan buen rendimiento le dio contra el Zaragoza, Alberto López optó frente a los mallorquines por mantener el más habitual 4-2-3-1, hasta el punto de que, ante el cansancio de su doble pivote, dio entrada a un central -Migue- para ocuparse de tal tarea. «Era el que mejor se podía adaptar», argumentó el míster albiazul.

«La línea en casa está siendo buena y que nos dure -deseó-, el equipo ha entrado bien al partido frente a un muy buen rival. Una victoria así nos viene muy bien, el hecho de que hayamos reaccionado tras dos derrotas es importante». Alberto López destacó, además, que «ha habido varios futbolistas que han jugado en posiciones poco habituales para ellos», lo que daba más valor al triunfo, basado en el hecho de que la escuadra babazorra «tiene la motivación para seguir haciendo las cosas bien».