Jon ORMAZABAL
PELOTA | Campeonato de Parejas

El 8.000 de Oinatz

La exhibición del de Leitza, con 4 saques y 15 tantos, junto a un sólido Untoria, le dan el pase a semifinales.

IRUJO-BARRIOLA 11

BENGOETXEA-UNTORIA 22

No está especialmente obsesionado con superar ese límite que marcan las 14 cumbres más altas del planeta, pero Oinatz Bengoetxea nunca ha escondido que hacer cima en una montaña del Himalaya o alguna otra de los Andes en Perú es uno de sus sueños para cuando abandone la pelota. Podría el de Leitza salir mañana mismo hacia cualquiera y hollaría la cima, porque ahora mismo está en uno de esos momentos en los que hasta la arista más complicada es un paseo para Oinatz.

Y que se lo digan si no a Martínez de Irujo o Barriola, los todavía vigentes campeones del Parejas, que han sido los principales damnificados del estado actual del pelotari de Asegarce, que no solo ayer, ya en la novena jornada en Tolosa con la chapa en el mejor partido del campeonato, o más aún tras un gancho del propio Bengoetxea en el Astelena hace tres semanas se vio fuera de semifinales.

Sin embargo, el delantero navarro tenía muy clara su senda hasta semifinales, siguió por ella a pesar de los pesares y obtuvo uno de los triunfos más importantes de su ya dilatada carrera profesional.

Asalto a la cima

Y es que, si el trayecto de aproximación había sido de los de hacer desistir a cualquiera, el asalto a la cima de ayer en Irun también se las traía. Primero por la entidad de los rivales, unos Irujo-Barriola que no estuvieron ayer en su mejor versión, pero que para nada regalaron nada -tres fallos entre ambos en todo el partido-, segundo porque no les valía con ganar, necesitaban hacerlo con, al menos, seis de ventaja y, por último, porque muy pocos, ni siquiera su empresa, que no le puso material de su agrado en un partido tan crucial, parecían creer en sus opciones.

Oinatz se había visto en situaciones similares en ocasiones pretéritas, pero ayer supo encauzar esa rabia por la falta de colaboración para firmar uno de sus partidos más brillantes. Sí que tuvo ayuda, y muy buena, de un Álvaro Untoria que probablemente quede hoy eclipsado -no será fácil la decisión de Asegarce si Andoni Aretxabaleta se recupera- por el brillo de Bengoetxea VI, pero es que Oinatz rozó, si no tocó la perfección.

Los 4 saques y 15 tantos en juego, con solo un error -un gran sotamano que se fue arriba en pared izquierda- en un partido en el que no valía con llegar a 22 es, probablemente, la hoja de servicios más brillante en mucho tiempo, pero destacó la forma en que desactivó, con remates de todas las posturas, a unos Irujo-Barriola a quienes no sirvió ni siquiera el salvavidas de ese colchón de seis tantos con el que arrancaron el partido.

Salvo en el inicio -3-1 se adelantaron los de Aspe-, y en una corta fase en la que Untoria falló un par de pelotas, se jugó cómo y a lo que mandó Oinatz Bengoetxea y los campeones nunca encontraron la vía por la que escaparse. Justicia poética que lo llamarán algunos.

Derrota de los líderes

En Arnedo, los líderes Berasaluze II-Zubieta, que la semana pasada echaron un cable a Bengoetxea, cayeron derrotados por 16-22 ante unos Retegi Bi-Rezusta que fueron superiores desde el primer pelotazo.

En el promoción, la remontada de Mendizabal III-Urruzola 21-22 a Tainta-Apraiz aclaró las cuatro parejas semifinalistas.

En Arnedo, Larunbe dio el susto al tener que abandonar tras sufrir una taquicardia. Afortunadamente, las pruebas realizadas en Calahorra descartaron nada grave y durmió en casa.