Natxo MATXIN
ALAVÉS | Otra visita en la que se vuelve de vacío

Esta vez faltó contundencia atrás

La falta de solidez defensiva lastró sobremanera a un Alavés que siempre fue a remolque, aunque tuvo algo más de veinte minutos -en dos fases diferentes- para intentar la igualada. Manu Barreiro volvió a estar muy entonado en ataque, consiguiendo dos goles.

LUGO 3

ALAVÉS 2

La solvencia defensiva, una característica por la que estaba destacando el Alavés en los últimos partidos, ayer brilló por su ausencia y ello le condenó a sumar su tercera derrota consecutiva lejos de Gasteiz y el noveno encuentro foráneo en el que no consigue ganar, toda una rémora para pelear por esos puestos que dan lugar a soñar y de los que había hablado el técnico del equipo, Alberto López, entre semana después de ganar a Mallorca y Osasuna. La distancia respecto a la sexta posición queda ahora a ocho puntos, casi tantos como los que separan al Glorioso del descenso.

El preparador babazorro mantuvo la confianza en el mismo once que derrotó en el derbi del pasado miércoles a Osasuna, prácticamente el bloque que también ganó al Mallorca, con el reto de disputarle el balón al Lugo. Con mucho desgaste físico, el conjunto arabarra consiguió, al menos, que los anfitriones no estuviesen cómodos sobre el terreno de juego a medida que el choque fue avanzando.

Los de Quique Setién solo pudieron mostrar su buen toque y salida de balón mediada la primera parte, cuyo culmen fue el bien trenzado episodio que dio lugar al primer gol gallego, obra de un avispado Caballero. El Lugo encarrilaba así su cuarta victoria consecutiva en el Anxo Carro, que se vería reforzada al comienzo de la segunda parte cuando el delantero argentino volvía a imponerse a la dupla de centrales albiazules, muy frágil en el día de ayer.

Todo parecía ventilado a esas alturas de envite, pero llegó el lance en el que Manu Barreiro forzó un penalti y lo materializó él mismo. La transformación del Alavés al verse con opciones de empatar le hizo mudar juego e imagen, acompañado por un doble cambio que le dio más mordiente en ataque. Sin embargo, la caraja de la línea zaguera todavía estaba por deparar otra desagradable sorpresa.

Toni entró como Pedro por su casa conduciendo el balón con su pierna buena ante la pasividad de los defensas albiazuales y se sacó un zurdazo pegado al palo ante el que bien poco pudo hacer un Goitia que en otros lances tampoco es que se mostrase excesivamente seguro. La tercera diana lucense sí que se antojaba como la puntilla que finiquitaba el envite, pero todo lo que el conjunto gasteiztarra no estuvo fino atrás se compensó con las ganas que le puso en vanguardia.

Mejores sensaciones

A falta de poco más de diez minutos para el final, los de Alberto López todavía tuvieron arrestos para comprometerle los tres puntos al Lugo. De nuevo, con la caña preparada en el lugar idóneo, Manu Barreiro firmaba el segundo en su cuenta particular. Los arabarras apretaron, aunque ello no se transformó en lances claros de gol, que sí los tuvieron los gallegos a la contra. El Alavés dejó unas mejores sensaciones foráneas, pero volvió a marcharse de vacío.

En el análisis posterior de su míster, Alberto López se mostró «decepcionado» por este nuevo traspiés lejos de Mendizorrotza y culpó a los «detalles» el que los suyos no hubiesen podido puntuar. «Siempre me va a quedar la duda de qué hubiera sucedido en el tramo final de haber llegado más frescos si hubiésemos tenido toda la semana para poder preparar este partido. Quedan muchos puntos en juego y los vamos a disputar ante rivales que están en nuestra franja», aseguró.