Joseba ITURRIA
DESDE LA GRADA

Un arbitraje canalla con el más débil

En un espacio cercano a la sala de prensa un directivo del Córdoba hablaba por teléfono e insultaba a la madre de Velasco Carballo una y otra vez fuera de sí con unos gritos que daban hasta pena, porque en el deporte no se puede ser tan canalla con el débil. La expulsión de Pantic fue mucho más que rigurosa. La justificó por «derribar a un adversario malogrando una manifiesta ocasión de gol», algo más que discutible, pero lo peor fue el trato al Córdoba, que sin pegar una mala patada vio tres rojas y ocho amarillas, cuatro por protestar, entre ellas la primera a Iñigo López. En lugar de hacer oídos sordos y de entender la desesperación de un equipo que es carne de Segunda, le castigó con dureza y acabó su ensañamiento con la expulsión a Pinillos por «gritar a mi árbitro asistente número 1: «me cago en tu puta madre»», El entrenador del Córdoba salió tras el final al campo para evitar más expulsiones antes de quejarse del trato recibido.