Joseba VIVANCO
Fútbol internacional

Dinero llama a dinero

La Premier League cierra la ventana de fichajes antes de empezar la temporada, con el traspaso del defensa más caro de la historia.

«¿Es posible que un jugador se identifique con una camiseta que es un catálogo de ventas?»

Juan Villoro, ‘‘Balón dividido’’

«¿Por qué a Boca?», le preguntaron. «¿Y por qué no?», respondió el excapitán gialloroso Daniele De Rossi que ha aterrizado, después de ser santo y seña de la loba romana, en el equipo bostero. Porque no todos los caminos conducen a Roma, también a Boca. Hasta el mismísimo Diego Maradona se ha santiguado. «Benvenuto Daniele» a tu nueva casa xeneize, en donde se partirá la cara con el ídolo local Carlitos Tévez. «Vine a Boca porque quería seguir jugando en un ambiente donde encontrara estímulos. Podía elegir entre ir a jugar a un lugar donde me hubiera relajado o un lugar donde la gente estuviera aún más loca por el fútbol y me tocara jugar con presión. Elegí esto», ha dicho Il capitano romanista que ha revolucionado la Bombonera con su llegada al fútbol argentino. Fue una de las primeras sorpresas del mercado estival que apenas sí se ha desestabilizado con sonados fichajes como el del nuevo defensa más caro del mundo, Harry Maguire, un central con nombre cinematográfico, fichado por el Manchester United al Leicester por la friolera de 87 millones de euros, un tipo que hace tres años viajó a la Eurocopa de Francia a animar a la selección inglesa, que pasó cinco años en la Tercera división de su país, que en 2014 el Hull City pagó por él 3 millones de euros, que en 2016 jugaba en Segunda, que un año más tarde fichó por los Foxes, y que vuelve a demostrar que no hay quien pueda con la chequera inglesa cuando la sacan a pasear.

El fútbol vela ya armas. Rueda desde hace unas fechas en ligas como la rumana, donde el hijo veinteañero de Gica Hagi, el que fuera ‘Maradona de los Cárpatos’, ha sido vendido por 8 millones de euros al Genk belga, y Iannis, que así se llama, primer balón que tocó, primer gol. Un defensor belga, Thomas Vermaelen, ha dejado el Barça para enrolarse en la liga japonesa, todo lo contrario que el veterano capitán del Manchester City, Vincent Kompany, que como el hijo pródigo ha regresado al Anderlecht, mismo club malva que ha fichado a otro ex sky blue, el ‘francesito’ Samir Nasri, uno de tantos a medio camino entre lo que pudo ser y finalmente no fue. El que sí que ha arriesgado es el Sint-Truiden, que se ha hecho con los servicios del vietnamita Nguyen Cong Phuong. Aunque para anuncio random el del Gent, fichando al iraní Khalid Mohammadi, aquel lateral que se hiciera famoso por su saque de banda-voltereta contra España en el último Mundial.

La Premier rusa ya lleva varias jornadas, con las novedades del FC Sochi, de la ciudad olímpica, y el FC Tambov, en la parte europea de Rusia, y con el vizcaino Edu Docampo sentándose en el banquillo de un Rubin Kazan que ha empezado fuerte, y dando la cara por el primer técnico, Roman Sharonov, el Jurgen Klopp ruso, dicen, que no dispone del título UEFA Pro. El Spartak moscovita se ha hecho con el otrora prometedor alemán Andre Schürrle, mientras el Dinamo duda qué hacer con el camerunés Clinton N’Jie, que accidentalmente trasmitió en vivo un vídeo practicando sexo: «Lo siento, bebí demasiado para celebrar mi nuevo contrato. Presioné el botón equivocado».

En la Eredivisie neerlandesa se estrenaron la pasada jornada y el campeón, el Ajax –que ha equiparado los contratos de hombres y mujeres en cuestiones de salario mínimo, vacaciones, seguro de salud y mantenimiento del salario en caso de lesiones graves–, lo hizo con empate y gol de uno de esos chavales a los que seguir de cerca; su nombre, Van de Beek. Unos ajacied que han perdido a importantes figuras, pero no dejan de importar talento joven cuando no lo forman: uno de ellos es Alex Méndez, 18 años, de los mayores diamantes del fútbol estadounidense. El fútbol tulipán se está destapando en los últimos tiempos como un destino para las promesas de las barras y estrellas. Además de Méndez, en el Ajax jugará Sergino Dest (18 años), mientras Richard Ledezma (18) lo hará en el PSV y Haji Wright (21) en el VVV-Venlo.

No es estadounidense, sino francés, pero en su caso se suma a esa lista de apellidos ilustres del fúltbol internacional. Hablamos del hijo de Youri Djorkaeff, Oan, que a sus 22 años, y procedente del filial del Nantes, ha fichado por el St. Mirren escocés, una liga, la Premiership, que comenzó este fin de semana con goleada del campeón Celtic, 7-0, al St.Jonhstone. Los Saints reciben este fin de semana en casa al Livingston, cuyo estadio, por motivos de patrocinio, se llama Tony Macaroni Arena, conocida cadena de restaurantes italianos. La pasada campaña alguien le puso el mote de Spaghettihad, en referencia al estadio del Manchester City. El Livi parece habérselo tomado con humor este curso y es la publicidad que ha puesto a la espalda en su equipación visitante.

Por cierto, en realidad la liga escocesa lleva el patrocinio de la casa de apuestas Ladbrokes, una constante ya en el fútbol continental, como en Rumanía, donde esta campaña una casa de apuestas, y se llama así, Casa de Apuestas, es el nuevo sponsor oficial. Y cuando no, se patrocina a los clubes. La mitad de los equipos de la Premier lucirán el logo de una casa de la suerte en su camiseta; la cifra asciende a 17 de 24 en Championship, la Segunda inglesa. Aunque la verdadera respuesta del poderío inglés radica en la televisión a raíz del contrato que se firmó con las cadenas Sky y BT en 2016 por casi 7.000 millones de euros.

Esto último, unido a un reparto igualitario entre los 20 clubes que compiten en la Premier cada año, posibilita estos fichajes. La temporada pasada, por ejemplo, el Huddersfield, ascendido al igual que ahora el Aston Villa, consiguió adjudicarse más de 96 millones de libras en concepto de ingresos por los derechos de televisión, siendo el que menos de la Premier. Todos los equipos obtienen la misma cantidad por ingresos comerciales y retransmisiones internacionales, haciendo la diferencia las emisiones en territorio inglés y las posiciones finales en la tabla.

Lukaku, al Inter de Milan

El fagocitante mercado inglés echó ayer la persina a las compras, que no a las ventas. Pero es una marcha la que más resonó, la del poderoso delantero belga Romelu Lukaku, que deja el United para vestir la camiseta del Inter de Antonio Conte. Una cifra cercana a los 80 millones tienen la culpa. El que no se ha movido al Tottenham ha sido el argentino Paulo Dybala, que parece pedía demasiado salario y se queda en la Juventus. El que sí viaja de la Vecchia Signora al City de Pep Guardiola es el lateral Joao Cancelo, por la ‘módica’ cifra de 65 millones de euros.

Si Inglaterra es un destino millonario, Francia suele ser un caladero suyo estos últimos años. Que se lo digan al Arsenal, que ha fichado los 23 tantos de la estrella goleadora del Lille, el costamarfileño Nicolas Pepe, pretendido por muchos ’grandes’, por 80 millones de euros, traspaso más caro en la historia Gunner. Eclipsa los 67 millones pagados por el gabonés Pierre-Emerick Aubameyang en 2018, y el vasco Unai Emery consolida, junto al francés Lacazette, uno de los ataques más temibles de la competición inglesa, y a los que el madridista Dani Ceballos surtirá de buenos balones.

El hecho es que ni los propios clubes franceses pueden siquiera competir económicamente con incluso la Segunda división inglesa. Baste dos ejemplos: el Bristol City cierra el fichaje de Han-Noah Massengo por 8 millones, una promesa del Mónaco que apenas ha jugado en Ligue 1, mientras el Brentford se lleva a Mbeumo, una de las mayores promesas de la Ligue 2, por 7. O, por resumirlo, la Ligue 1 ha gastado 418 millones con un gasto medio de 20 millones por equipo. La Premier se ha gastado en el fútbol francés 330 millones...

Andy Carroll vuelve a casa

La liga bleu echa a andar y lo hace con el fichaje este verano del exleón Ander Herrera, que llega del United al PSG, aunque está lesionado. Será el rostro novedoso de una competición siempre atenta a emergentes jugadores pero donde las estrellas, con el futuro de Neymar en el aire, seguirán siendo Kylian Mbappé, o dos jugadores que se verán las caras hoy en el Mónaco-Olympique Lyonnais que estrena el Championnat, Cesc Fábregas y Memphis Depay.

Otro de ellos, el veinteañero senegalés Ismaïla Sarr, el vertical jugador al que más faltas le han hecho en Ligue 1 desde 2016 y con un futuro rompedor, se convirtió ayer en la venta más cara de la historia del Stade Rennais –vendió en su día al culé Dembelé al Dordmund por 15–, en 35 millones de euros... ¿Dirección? Sí, Inglaterra, al Watford de Javi Gracia. Por cierto, Laurent Koscielny es ya jugador bordelaise, procedente del Arsenal. Y al club de Londres se va la también venta más cara de la historia del Saint-Etienne, el jovencito central Willian Saliba, por 30 ‘kilos’, al que parecía que se iba a unir el sobredimensionado central brasileño David Luiz, procedente del Chelsea. «Eso es to… eso es to… eeeeso es todo amigos!! (That´s all Folks!)», que diría el bueno de Porky... Pues no. El Arsenal ató casi sobre la bocina al que se ha convertido en el traspaso más caro de la historia de la Liga escocesa, 27 millones de euros por el prometedor Kieran Tierney, 22 años, lateral zurdo, procedente del Celtic, y con un precioso, dicen, acento escocés.

Con el cierre de la ventana de fichajes la suerte está echada en Inglaterra, capítulo al que algunos, como el Newcastle, dieron carpetazo con la vuelta a casa de un hijo pródigo que nos devuelve la ilusión al fútbol más terrenal. El icónico Andy Carroll, a sus 33 años, retorna al místico St. James’s Park, después de 8 años maldiciendo el día que se marchó. Como aquel diálogo en ‘‘La diligencia’’ de John Ford:

–«Este país necesita a un presidente que sea un buen empresario».

–«Lo que necesita el país son más cogorzas».

En respuesta, Danny Drinkwater se marcha cedido del Chelsea al Burnley. Que viva el vino...