Aritz INTXUSTA
RUÑEA

Cosechar queda prohibido con alto riesgo de incendio

La nueva redacción de la Orden Foral del Uso del Fuego incluye por vez primera labores agrícolas, que quedarán prohibidas automáticamete bajo determinadas condiciones de riesgo de incendio.

Bomberos combatiendo las llamas.
Bomberos combatiendo las llamas. (Andoni LUBAKI | FOKU)

La orden de parar la cosecha de cereal por el elevado riesgo de incendio no se había dado jamás en Nafarroa hasta que la última ola de incendios simultaneó fuegos de origen natural con otros desatados por las chispas de la maquinaria pesada que se usa durante la cosecha. El de Arguedas que quemó Sendaviva o el de Izarbeibar que entró en el propio Obanos y afectó a viviendas en Muruzabal se originaron por la actividad agrícola.

La orden de parar la cosecha pudo darse, pero era inédita. Uno de los problemas es que no estaba descrito en qué momento debe detenerse una labor de la que depende la totalidad de ingresos de muchos labradores.

La solución que ha encontrado el Gobierno es aquella en la que ya trabajaba la Consejería de Medio Ambiente y que le había llevado a fuertes tensiones con los agricultores. Se trata de una modificación de una orden foral que regulaba hasta la fecha temas de menor calado: la Orden Foral del Uso del Fuego.

Esta orden foral se activa cada año cuando el campo comienza a secarse, prohibiendo o condicionando hacer fuego en el monte y otras actividades que puedan comportar riesgo. A partir de hoy, esta norma incluirá las labores de esta maquinaria pesada capaz de desatar incendios, describiendo las circunstancias objetivas bajo las cuales cosechar, empacar, etc. queda prohibido. No dependerá, por tanto, de que a un responsable le tiemble más o menos el pulso, sino que la prohibición será automática desde hoy mismo, primer día con la orden foral ampliada en vigor.

Las condiciones fijadas se relacionan con las alertas meteorológicas o la existencia ya de incendios activos en otros lugares. El Gobierno está abierto a discutir con los afectados una eventual modificación de estos requisitos pasado el verano. Y es que la temporada de incendios no ha terminado, sino que empezó demasiado pronto.