El precario alto el fuego que había conseguido acordar en la guerra siria el mediador internacional, Lakhdar Brahimi, tardó unas pocas horas en ser violado.
La oposición siria afirma que al menos 146 personas, la mayor parte de ellas civiles, han muerto en Siria durante la jornada del viernes pese al alto el fuego de cuatro días con motivo de la Fiesta musulmana del Sacrificio.
La mayoría de las víctimas se han registrado en la provincia de Alepo, con 34 muertos, y en la periferia de Damasco, con 30, donde se han librado duros combates entre las Fuerzas Armadas sirias y grupos rebeldes.
La explosión de un coche bomba de gran potencia en un barrio de Damasco a media tarde del viernes marcó el punto culminante del rebrote de la violencia, pese a que la jornada se había abierto dentro de una relativa calma, que aprovecharon los opositores para tomar las calles en manifestaciones pacíficas.