Beñat Zaldua
Barcelona

La huelga protagoniza en el reinicio de la campaña catalana

Las masivas manifestaciones de ayer en Catalunya han puesto en el primer plano de la campaña el debate social, además de volver a poner en entredicho el papel de Felip Puig como conseller de Interior, después de las diversas actuaciones policiales.

Mossos d'Esquadra ayer a la noche en Vía Laietana. (Quique GARCIA/AFP PHOTO)
Mossos d'Esquadra ayer a la noche en Vía Laietana. (Quique GARCIA/AFP PHOTO)

La campaña electoral ha retomado hoy su ritmo habitual, pero con un ojo puesto todavía en la huelga general de ayer y, sobre todo, en la actuación policial, que dejó un saldo de 30 detenidos en Catalunya –27 en Barcelona–, un menor con la cabeza abierta y una joven con una herida ocular. Además del Mosso d'Esquadra atropellado por sus propios compañeros, que tendrá que ser intervenido quirúrgicamente.

Los partidos parlamentarios de la oposición, desde el PP hasta ICV-EUiA, pasando por el PSC, ERC y Solidaritat, han pedido la convocatoria de la Diputación Permanente del Parlament para que el conseller de Interior, Felip Puig, dé explicaciones sobre la actuación policial de ayer. También la CUP ha criticado duramente la actuación policial y exigido, igual que los socialistas, Iniciativa y Solidaritat, el cese inmediato de Puig.

Los motivos de las críticas, sin embargo, no son los mismos. La CUP ha denunciado el hostigamiento policial a ciertos piquetes durante toda la jornada, así como la intervención de los mossos al final de la manifestación alternativa. El resto de los partidos, sin embargo, se ha centrado en la agresión a un menor de 13 años en Tarragona; menos el PP, que ha calificado a Puig de «irresponsable» por no proteger la Jefatura Superior de la Policía española. Dos coches de este cuerpo fueron incendiados ayer a la noche.

Desde el Govern en funciones, el propio Puig ha sido el encargado de presentar el habitual catálogo de justificaciones para la actuación policial, señalando esta mañana que lo de Tarragona fue un acto fortuito –ha repetido hasta cinco veces esta palabra–, mientras que la intervención contra la manifestación de la tarde en Vía Laietana se produjo «por las agresiones» de los manifestantes. Más novedosa ha resultado la explicación de la poca protección con la que contaba la Jefatura Superior, ya que ha señalado que tenían previsto desplegar a varios mossos delante del edificio, algo que fue rechazado por la Delegación del Gobierno en Barcelona. También ha calificado de «desleal, oportunista y partidista» la actuación de la delegada, María de los Llanos de Luna.

Por su parte, el candidato de CiU, Artur Mas, ha intentado pasar de puntillas por la jornada de huelga, sin valorar en ningún momento la actuación policial y haciendo algún guiño a los huelguistas. Mas ha señalado que la huelga fue «una nueva muestra de un malestar que no podemos negar».