Hollande, que ha acortado sus vacaciones para mantener una reunión con el embajador egipcio en la capital francesa, Mohamed Kamel, ha transmitido en ese encuentro la «gran preocupación» de El Elíseo ante los «trágicos acontecimientos» registrados este miércoles en Egipto, según ha informado el Gobierno francés.

La oleada de violencia se extendió ayer por todo el país después de que las fuerzas de seguridad lanzaran una operación para desmantelar las dos acampadas de los partidarios del depuesto presidente Mohamed Mursi en El Cairo, y se saldó con al menos 421 personas muertas y 3.572 heridas. Los Hermanos Musulmanes elevan esa cifra por encima de los 2.000 muertos.

En un comunicado difundido por la sede de la Presidencia francesa, Hollande ha subrayado que se debe respetar el derecho a manifestarse pacíficamente, y ha recordado el deber de los manifestantes a actuar de forma pacífica.

El jefe de Estado francés ha pedido igualmente que se levante el estado de emergencia y ha considerado que la liberación de prisioneros, «dentro del respeto de los procesos judiciales en marcha», podría constituir un primer paso hacia la vuelta de las negociaciones.