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Barcelona

¿Qué es la renta básica?

Pese a que se oye hablar más que antes, la renta básica -un ingreso incondicional y garantizado para toda la vida- sigue siendo una iniciativa relativamente desconocida en la sociedad. Hablamos con Daniel Raventós, uno de sus principales impulsores, para que nos explique su viabilidad y las potencialidades que le ven sus defensores.

Concentración de la Asamblea de parados y otras plataformas navarras a favor de la renta básica. (Jagoba MANTEROLA/ARGAZKI PRESS)
Concentración de la Asamblea de parados y otras plataformas navarras a favor de la renta básica. (Jagoba MANTEROLA/ARGAZKI PRESS)

¿Se imaginan contar con unos 600 euros al mes garantizados para toda la vida? Es lo que proponen los impulsores de la renta básica, nombre con el que se conoce a la renta que toda persona recibiría a lo largo de toda su vida sin condición ninguna, por el mero hecho «de vivir en una geografía determinada», tal y como explica el profesor de la Universitat de Barcelona y presidente de la Red Renta Básica -integrada en la Basic Income Earth Network-, Daniel Raventós.

¿Y los que trabajan o son ricos también la cobran? «Si, también», contesta con paciencia Raventós, que lleva años tratando de explicar las bondades de la renta básica. «Hasta el señor Botín la cobraría», añade, pero puntualiza: «Eso sí, para poder financiar esta medida, el señor Botín debería pagar mucho más de lo que paga ahora en impuestos, si es que paga algo».

Aquí radica una de las claves de la propuesta, que mucha gente ve con buenos ojos pero pocos se acaban de creer que sea real y posible, sobre todo por su financiación. «No es una locura, dinero hay de sobra», asegura Raventós, que añade que «con algunos de los consejos del sindicato de inspectores de hacienda GESTHA y con la reforma fiscal que proponemos, el dinero sale». Una reforma que contempla impuestos más progresivos, con la que pagarían más quienes más tienen. Así se explica Raventós: «Con la propuesta de renta básica que estamos elaborando en Catalunya, entre el 60 y el 70% de la población con nivel de renta menor sale ganando, un 15% aproximadamente se mantiene más o menos igual y el 15%, aproximadamente, de la población catalana más rica sale perdiendo».

Si, haciendo caso a Raventós, económicamente la iniciativa resulta viable, resulta lógico buscar los principales impedimentos en la arena política. «Esto ya tiene que ver con los programas de cada partido», indica el profesor, que dice que, mientras «en la derecha tienen muy claras las potencialidades de la renta básica y por eso se oponen, en algunos sectores de la izquierda las cosas no están nada claras». Y es que en algunas ocasiones se ha querido ver cierto impulso privatizador en esta iniciativa, interpretándola como un trasvase de dinero público a los bolsillos privados, lo que, según algunas lecturas, podría ir en contra de los servicios públicos. «Eso simplemente es ignorancia», asegura, tajante, Raventós, que insiste en que su propuesta es muy fácil de entender «siempre que se comprenda el sistema de sujeto, verbo y predicado»: «En nuestra propuesta no se toca ni un euro del estado de bienestar».

Siguiendo con la ignorancia, resulta inevitable hablar sobre el tópico de que la gente se lo gastaría todo en la barra del bar. «Cualquier tipo de medida que haya favorecido a los que tienen menor renta ha sido criticada por parte de la derecha y los pensadores a su servicio», asegura Raventós, que recuerda que «cuando se consiguieron las primeras vacaciones pagadas también se decía que, con dinero y sin trabajar, los obreros no harían más que emborracharse».

«Una cosa muy curiosa ante medidas de este tipo es que a todo el mundo le preocupa cómo se lo pueden gastar los pobres, sin preguntarse como se lo gastan los ricos y olvidando aquella famosa frase de que ‘detrás de cada fortuna hay un crimen’ y aquella otra de que ‘y si no se encuentra es que no se ha buscado lo suficiente’», añade este profesor universitario.

Potencialidades de una medida todavía desconocida

Raventós asegura que más allá de la viabilidad económica y política, el principal problema de la renta básica sigue siendo «que es muy desconocida y que se confunde muchas veces con otro tipo de subsidios y rentas condicionadas». «Aunque no tanto como hace diez años», apostilla, explicando que lleva años intentando extender la propuesta con charlas y seminarios en todo el Estado español, en los que explica las potencialidades de la renta básica. Un ejemplo: «Imagínate la capacidad de negociación que ganarían los trabajadores si sus necesidades básicas estuviesen cubiertas». «Por eso la derecha lo tiene tan claro», asegura.

Pero preguntado por la mayor potencialidad de la renta básica, Raventós no duda en señalar que es «el hecho de garantizar la existencia material de una persona». Y se explica con un argumento que cuesta rebatir: «Que la gente tenga la existencia material garantizada es condición necesaria para ser libre; es decir, una persona pobre no puede ser libre».