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DAMASCO

Brahimi dice que Al-Assad «no es la solución» pero «podría contribuir en la transición»

El enviado especial conjunto de la ONU y la Liga Arabe para Siria, Lakhdar Brahimi, ha afirmado que el presidente del país, Bashar al-Assad, «podría contribuir de forma significativa en la transición», si bien ha recalcado que, pese a ser parte de la solución, «no es la solución».

El enviado de la ONU y la Liga Árabe para Siria, Lakhdar Brahimi. (AFP PHOTO)
El enviado de la ONU y la Liga Árabe para Siria, Lakhdar Brahimi. (AFP PHOTO)

«Lo que digo a todos los sirios es que la historia nos enseña que después de una crisis como ésta no se puede ir marcha atrás», ha sostenido durante una entrevista concedida al semanario panafricano ‘Jeune Afrique’.

«Lo que amenaza a Siria no es la partición del país, sino su ‘somalización’. Dudo que los alauíes quieran crear una especie de búnker en sus pequeñas montañas, ya que saben que eso no sería viable», ha apostillado.

Respecto a la posibilidad de que Al-Assad presente su candidatura a las elecciones presidenciales previstas para 2014, Brahimi ha manifestado que «muchos de los que le rodean creen que su candidatura es un hecho» y que «él personalmente cree que está en su derecho".

En este sentido, ha puntualizado que «a pesar de lo que diga la gente, (Al-Assad) nunca ha dudado de sus derechos o su capacidad para mantenerse al frente del país». Brahimi ha descrito al presidente sirio como «un hombre joven que heredó el poder sin haberlo buscado». ˜Pese a ello, con o sin él, los parámetros intrínsecos del régimen baazista no han cambiado desde la muerte de Hafez al-Assad», ha añadido.

Respecto al acuerdo alcanzado para que Damasco elimine su armamento químico, ha resaltado que el mandatario sirio «considera que su posición no es resultado de las amenazas, sino de su análisis de la situación». «La verdad es que no son los estadounidenses los que le han pedido que negocie, han sido los rusos», ha valorado.

Asimismo, ha rechazado la posibilidad de que Washington pueda lanzar de forma unilateral un ataque armado contra el país y ha argumentado que «es inaceptable que un gran país como Estados Unidos use la fuerza sin el respaldo del Consejo de Seguridad, y creo que es lo que (el presidente, Barack) Obama dijo en 2003 sobre Irak –cuando el entonces mandatario George W. Bush invadió el país sin el respaldo del organismo–».

Brahimi se ha pronunciado también sobre el premio Nobel de la Paz concedido a la Organización para la Prohibición de Armas Químicas (OPCW) por su papel en el desmantelamiento del arsenal químico sirio. En este sentido, ha destacado que «de forma correcta o incorrecta, se ha decidido dar el premio a una organización que hace frente a un asunto importante».

«Es una manera de que brillen ante los focos en un momento o situación determinada. Se puede aprobar o no esta postura, como fue el caso con el premio a Obama, pero al menos tiene el mérito de atraer más atención a la crisis siria», ha explicado.

Sin embargo, ha recalcado que «los sirios pueden cuestionar legítimamente el hecho de que la comunidad internacional se mueva ahora, cuando el número de víctimas está fuera de toda medición». «El proceso de destrucción de las armas químicas avanza, pero eso no resuelve el drama en el país. La guerra continúa», ha dicho.

Brahimi ha destacado además que no ve razón alguna para dudar de los resultados del proceso, si bien no ha querido pronunciarse sobre si se cumplirá el calendario previsto. «No sé si la fecha es razonable. Son operaciones extremadamente complejas. Por ahora, puedo decir que estamos por delante del calendario y que Siria está trabajando de forma satisfactoria», ha indicado.

Por otra parte, el enviado especial ha expresado que la conferencia de Ginebra 2 «no es el final, sino el inicio», al tiempo que ha mostrado su deseo de que la oposición «consiga acordar una delegación creíble y representativa».