El pleno del Parlament votará el próximo jueves una proposición de ley para pedir en el Congreso de los Diputados el traspaso de la competencia para convocar referéndums. Cuando todas las miradas se situaban –y se siguen situando– en los diputados críticos del PSC, la CUP ha informado de que optará por la abstención ya que, en palabras de su diputado Quim Arrufat, «no creemos que sea oportuno, una vez declarados soberanos, recurrir a pedir ninguna transferencia autonómica al Congreso de España».

Arrufat ha recordado que la CUP no se ha opuesto en ningún momento a esta proposición de ley y que, de hecho, apoyaron «la entrada en el registro de la propuesta y la petición del pleno extraordinario». Sin embargo, ha añadido que «nunca» han confiado en esta vía.

«La celebración del referéndum depende de la voluntad democrática del pueblo catalán y de la determinación que sociedad y partidos muestren y demuestren en su ejercicio. Tenemos que dejar de mirar hacia Madrid, es una vía muerta, y mirar hacia el mundo y hacia la convocatoria, con permiso o sin permiso, de nuestra consulta democrática», ha añadido Arrufat.

El diputado independentista ha alertado, además, de que el Congreso podría optar por admitir a trámite la proposición de ley del Parlament, algo que dejaría los ‘tempos’ en su mano, ya que podrían alargar la tramitación «durante meses e incluso años». «Esta petición no puede ser una excusa para dilatar o parar la convocatoria de la consulta», ha concluido.

La incógnita de los críticos del PSC

El principal foco de atención en la votación del jueves, sin embargo, se situará en la bancada del PSC, cuya dirección insiste en su decisión de votar en contra de la proposición de ley pese al desmarque de diputados críticos como Joan Ignasi Elena o Marina Geli, que se plantean romper la disciplina de voto. Algo que la cúpula del partido ya ha advertido de que supondría la expulsión del grupo parlamentario del PSC.

Hasta el momento, la dirección mantiene su cerrazón a negociar, pese a que diputados tradicionalmente afines a las directrices de la cúpula insisten en las últimas horas en plantear la abstención como fórmula para garantizar la unidad del partido. Uno de ellos, el exconseller Xavier Sabaté, ha declarado por la mañana que «es mejor desvincularse si no estás de cuerdo que votar en contra de tu propia conciencia».