En un comunicado, el Ministerio sirio de Justicia ha señalado que el bufete Carter-Ruck, que ha redactado el informe por encargo de Qatar, está «claramente vinculado con las partes hostiles» a Siria.
Además, se ha quejado de que dicho informe fuera difundido ayer, un día antes del comienzo de la conferencia de Ginebra II, lo que «sin duda demuestra que el objetivo de su publicación es político y tiene como fin socavar los esfuerzos ejercidos para lograr la paz en Siria y acabar con el terrorismo».
«El informe es una mera acumulación de fotos de personas no identificadas, que muestra a varios terroristas extranjeros de distintas nacionalidades que murieron cuando atacaron puestos de control e instituciones civiles», asegura la nota.
Otras de las víctimas, según el ministerio, son civiles y soldados que fueron «torturados y asesinados por grupos terroristas armados» por su apoyo al Gobierno sirio.
El Ejecutivo de Al Assad ha subrayado que el documento se basa en «una serie de instantáneas proporcionadas por alguien que huyó de Siria y está perseguido por la Justicia del país árabe».
El informe fue redactado por tres exfiscales internacionales y se basa en el análisis forense de 55.000 imágenes digitales, sacadas de Siria por un fotógrafo militar desertor del Gobierno, según informó ayer martes el diario británico ’The Guardian’.
Los autores del estudio concluyen que hay «pruebas claras, susceptibles de ser admitidas por un tribunal, de asesinato y tortura sistemáticos de personas detenidas por los agentes del Gobierno sirio».