«Tenemos indicaciones de que están dispuestos a discutir sobre el alto el fuego localizado y la liberación de prisioneros», ha señalado Brahimi al término de la primera jornada de conversaciones que se celebran en Suiza para tratar de poner fin al conflicto en Siria.
El primer objetivo de Brahimi es lograr que ambas partes se sienten este viernes frente a frente en una misma sala. «El proceso será extremadamente difícil. Las declaraciones que hemos escuchado esta mañana confirman que hay una profunda división entre las partes», ha manifestado el diplomático argelino. «No esperamos un avance instantáneo», ha añadido el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon.
El ministro de Exteriores ruso, Sergei Lavrov, ha ido más lejos y ha dado por seguras las conversaciones directas entre Gobierno y oposición. Lavrov se ha reunido con el ministro de Exteriores sirio, Walid al Mouallem, y el líder opositor Ahmed Jarba, a quien ha instado a no centrarse exclusivamente en el cambio de dirigente en Damasco. Por su parte, Jarba ha reclamado a la delegación gubernamental que firme la declaración acordada en Ginebra I, que contempla la creación de un gobierno de transición. «En cuanto a las garantías de que las conversaciones no fracasarán, es necesario influir a ambas delegaciones para que esto no ocurra. Lo principal es iniciar el proceso», ha comentado Lavrov.
Por otra parte, ha indicado que la ONU, Rusia y Estados Unidos están buscando un acuerdo para un intercambio de presos en Siria. Asimismo, ha hablado de progresos en las conversaciones sobre un posible alto el fuego en la ciudad de Alepo, en el norte del país, después de una propuesta del Gobierno sirio en Moscú, y ha dicho que también hay discusiones similares sobre la ciudad de Homs, en el centro. «Las cuestiones relativamente menos difíciles son las medidas para restaurar la confianza, la ayuda humanitaria, los intercambios de prisioneros, y a través de esto, debería establecerse algún tipo de relación entre las dos delegaciones», ha opinado.