Koldo LANDALUZE
DONOSTIA
Elkarrizketa
Pablo Malo
Director de «Lasa eta Zabala»

«El `caso Lasa y Zabala' es un terrible episodio que no debe ser olvidado»

Pablo Malo ha apostado por un discurso crudo y sin concesiones a la hora de filmar este thriller político que reconstruye los episodios relacionados con el secuestro, tortura y asesinato de los refugiados vascos Joxean Lasa y Joxi Zabala. Unax Ugalde -quien ya protagonizó la ópera prima de Malo, «Frío sol de invierno»- encabeza el reparto de este filme que no dejará indiferente a nadie.

¿Cómo afrontó un proyecto de estas características?

Sabía desde un principio que el tema sobre el que versa «Lasa eta Zabala» iba a generar todo tipo de comentarios y que generará controversia. Muchos me dijeron que embarcarme en un proyecto de estas características no iba a resultar nada fácil. Vamos, que lejos de felicitarme parecía que me estaban dando el pésame. En cuanto me ofrecieron la oportunidad de rodar esta película, tuve siempre claro que una historia como esta debía ser contada en la pantalla porque saca a relucir un episodio siniestro relacionado con la guerra sucia planteada por el Estado y esto es algo que forma parte de nuestro pasado reciente.

¿La actual coyuntura ha propiciado que pueda ser rodado este filme?

Por supuesto. Es más, estoy convencido que si ETA estuviera activa ahora mismo, este proyecto no se habría rodado. La famosa e injusta polémica en la que se vio envuelta «La pelota vasca, la piel contra la piedra» de Julio Medem se generó porque ETA todavía mantenía sus acciones, pero en este momento la situación es muy diferente y permite un espacio para la reflexión. Buena prueba de ello es que en este certamen coinciden dos películas enraizadas en el mismo tema, el conflicto vasco, pero muy diferentes una de la otra, «Negociador» de Borja Cobeaga y «Lasa eta Zabala».

En la primera parte del filme asistimos a diversos pasajes cotidianos que compartieron los protagonistas en Ipar Euskal Herria. ¿Teme que le acusen de «humanizar» a dos miembros de ETA?

No y me sobrecoge mucho esa opinión que probablemente se aplicará a esta película y que dirá: «Se lo merecían por ser quienes eran». A la hora de desarrollar esta historia parto de un punto de partida que puede resultar simple pero que encierra una gran incógnita moral. No puedo ser ajeno al escalofrío. Basta con imaginar ligeramente lo que debieron sufrir estos dos chavales durante aquellas semanas en las que padecieron todo, de torturas y vejaciones en La Cumbre, hasta que, finalmente, fueron llevados a Alicante para pegarles tres tiros en la nuca.

Usted lo plantea como un auténtico descenso a los infiernos.

Mi intención fue ser honesto con los sucesos y con todo aquello que padecieron Joxi y Joxean. No podía eludir ni las torturas ni las vejaciones. Creo que el resultado es abrumador. Por un lado, las interpretaciones de Jon Anza y Christian Merchan dando vida a Joxean Lasa y Joxi Zabala logran plasmar el miedo y sufrimiento y, por otro lado y a modo de contraste salvaje, topamos con Francesc Orella -que ha realizado una temible interpretación de Galindo- y el resto de guardias civiles.

No es nada habitual visionar proyectos de estas características. En Gran Bretaña, por ejemplo, no resulta nada novedoso.

Es cierto. Cineastas como Ken Loach, Neil Jordan, Jim Sheridan o Paul Greengrass han plasmado, desde diversos puntos de vista, el conflicto que tuvo lugar en Irlanda y Gran Bretaña y al parecer, nadie se rasga las vestiduras. Yo creo que es algo que otorga el paso del tiempo, una nueva perspectiva necesaria que propicia la reflexión.

Antes del inicio de la película, un cartel nos indica que estos episodios son reales y que algunos de ellos son ficción.

Creo que era necesario advertir al espectador de que lo que va a visionar, la mayoría de ello, es verídico. Hemos variado algunas cosas relacionadas con el abogado encargado del caso y otras, curiosamente, las hemos tenido que variar porque de lo contrario, nadie habría creído esta historia.

¿Por ejemplo?

Durante varias fases del juicio contra Galindo y el resto de guardias civiles tuvimos que limar mucho lo que ocurrió realmente porque resultaba cuanto menos grotesco. Nadie se hubiera creído el despropósito de algunas de las declaraciones. Por ejemplo, en un momento determinado del juicio, hubo un apagón y en cuanto se encendieron las luces, el guardia civil Bayo estaba amenazando al abogado Iñigo Iruin con el mástil de una bandera española. Cosas de estas tuvimos que quitar pero mantuvimos la frase de Galindo que decía que con un puñado de hombres como los suyos hubieran vuelto a conquistar toda América del Sur. Lo que no pudimos hacer fue evitar la escena de la muerte en directo del comisario Jesús García, probablemente uno de los héroes de esta historia, ya que él fue quien sacó a relucir este caso que iba a caer en el olvido, el cual falleció por culpa de un ataque al corazón. Es realmente singular todo esto ya que en este juicio encuentras elementos reales que en todo momento debes excluir del rodaje de una película porque resultan inverosímiles.

Ha citado a Iñigo Iruin, en la película nunca se nombra su apellido. ¿Cómo recibió los cambios que introdujo en relación a su personaje?

Estuvo de acuerdo y contábamos con su colaboración a la hora de incluir diferentes aspectos relacionados con la jurisprudencia y de este caso en particular. Siempre estuvo al tanto de los cambios que se introdujeron y se mostró de acuerdo porque esto no es un documental y eran necesarios para reforzar el aspecto dramático de la película.

A Unax Ugalde le corresponde este rol.

Sí. Tanto Unax Ugalde como Iñigo Iruin quisieron mantener un contacto directo. Unax estudió al detalle a Iñigo y captó buena parte de los gestos de Iñigo que luego aplicó a su interpretación del personaje. Unax es un actor muy metódico y asumió el reto que suponía llevar a cabo un papel de estas características.

¿Y la familia de Lasa y Zabala cómo asumió esta película?

Mantuvimos un contacto permanente y estuvieron a favor de que se rodara este proyecto porque, tal vez, podría servir de algo a futuras generaciones y podría evitar que este episodio cayera en el olvido y que nunca más se produjese algo similar. Cuando vieron la película finalizada, aquello parecía un funeral.

«Al cine vasco nadie le regala nada en Zinemaldia»

Este año se ha dado una circunstancia histórica en Zinemaldia, dos películas vascas en la Sección Oficial y una de ellas entra a concurso.

Creo que es una gran noticia para nuestro cine y personalmente, me alegro mucho de que «Loreak» de Jon Garaño y Jose Mari Goenaga entre a competición. Si un proyecto de estas características está ahí es porque sinceramente lo merece por su calidad. Aquí, refiriéndome al Zinemaldia, otro aspecto a tener en cuenta son las ayudas que contamos aquí por parte de los estamentos políticos y ETB los cuales y a diferencia de otros lugares del Estado español, continúan apoyando nuestro cine. Espero que esto se traduzca en unos buenos resultados de taquilla.

Al contrario de otros cineastas, usted no ha apostado por trasladarse a Madrid.

Es una apuesta personal. Probablemente para quienes hemos optado por hacer cine aquí todo resulte más difícil. Mucha gente me dice que en Madrid tendría más ofertas y no comprenden los motivos por los que uno prefiere trabajar en casa. K.L.