Cinco de los quince anarquistas detenidos el pasado lunes en la operación contra centros sociales llevada a cabo en Madrid, Barcelona y Palencia han sido trasladados a prisión por decisión del juez de la Audiencia Nacional Eloy Velasco acusados de haber participado en «actos de coordinación y promoción de sabotajes y daños en 114 cajeros» y guardar fotografías de «policías y comisarías» como posibles «objetivos».
El magistrado, que ha dejado en libertad con medidas cautelares a los otros diez arrestados, imputa a todos ellos un delito de integración en organización terrorista por pertenecer a un grupo «de tipo insurrueccionista anarquista que tenía la finalidad de subvertir el orden público y alterar gravemente la paz pública».
También se investiga si los detenidos tienen relación con los ataques que se produjeron en 2013 en la catedral de La Almudena en Madrid y la basílica de El Pilar en Zaragoza.