Eric Harris, un hombre negro de 44 años de Oklahoma, falleció tras recibir un disparo de la Policía después de tratar de huir pero ser atrapado y encontrarse en el suelo y desarmado.

Harris, supuestamente, había tratado de vender un arma ilegal a un agente. Tras intentar huir, se observa cómo uno de los agentes lo reduce. Después se escucha un disparo, seguido de un «oh, le disparé, lo siento». Las autoridades de Oklahoma han informado de que se trata de un agente de 73 años que confundió su pistola eléctrica con la de balas.

Sin embargo, en las imágenes, se ve a Harris gritar «me ha disparado, no puedo respirar», a lo que otro agente contesta «tú corriste, cállate la boca, al diablo con tu respiración».

El sargento de la Policía de Tulsa Jim Clark, ha atribuido la actuación de Bates a «un error humano similar al que le sucede a la hora de frenar un coche automático a un conductor acostumbrado a un vehículo con marchas y que pisa con el pie izquierdo aunque no tiene embrague».

Así, ha defendido que el agente no ha cometido ningún delito y le ha presentado como víctima. «El agente Bates no ha cometido un delito. El agente jubilado Bates ha sido la víctima, la auténtica víctima de un error humano. No puedo llegar a otra determinación», ha asegurado.

El vídeo llega tan solo cinco días después de que se conociese otro caso, en Carolina del Sur en este caso, en el que un agente disparó por la espalda contra un hombre negro que huía, causándole la muerte. Todo ello ha reavivado el debate sobre el racismo y los abusos dentro de la Policía de EEUU.