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IRUÑEA

Asiáin observa «claros indicios» de que Cervera fue el autor del chantaje

José Antonio Asiáin, expresidente de Caja Navarra, ha acudido a declarar como testigo en la segnda sesión del juicio contra Santiago Cervera, y ha apuntado que tanto él como el juez instructor y tres magistrados ven «claros indicios» de que Cervera fue el autor del chantaje.

Asiáin, al acudir a declarar por este caso en 2013. (Iñigo URIZ / ARGAZKI PRESS)
Asiáin, al acudir a declarar por este caso en 2013. (Iñigo URIZ / ARGAZKI PRESS)

El expresidente de Caja Navarra José Antonio Asiáin ha acudido a declarar en el juicio contra Santiago Cervera por presunto chantaje. Antes de entrar al Palacio de Justicia, Asiáin ha apuntado que se presenta como acusación aprticular porque «el juez instructor y tres magistrados de la Audiencia Provincial han considerado como yo que existen serios indicios» de que el exdiputado del PP fue quien envió los correos.

En ese sentido, ha negado que tenga «animadversión» hacia Cervera y ha subrayado que él no le denunció sino que denunció «unas amenazas». La denuncia de amenazas llevó a la detención de Cervera, que fue sorprendido haciéndose con un sobre que contenía 25.000 euros en las murallas de Iruñea.

Asiáin ha comparecido en la segunda sesión del juicio contra el exdiputado del PP. Ha llegado al Palacio de Justicia sobre las 9.05 horas, cinco minutos antes de que lo haya hecho Santiago Cervera, quien hoy no ha querido hacer declaraciones a los medios de comunicación que aguardaban a las puertas.

Ya en el juicio, el expresidente de Caja Navarra ha apuntado que el mero hecho de «ser víctima de un chantaje», le ha causado «inquietud y desasosiego», según apunta la agencia Efe. Asimismo, ha declarado que «desde la detención de Cervera» nadie se le ha dirigido para reprocharle «haber incumplido las instrucciones» que se le daban en el anónimo.

Del mismo modo, entiende que se trataba de un profesional «debido a la manera de dirigirse y de escribir». Finalmente, el expresidente de la CAN ha señalado que se vio sorprendido cuando Cervera declaró que no podía ser el autor del correo delictivo porque le conocía «lo suficiente para prever que la reacción sería la de denunciar».