Maider IANTZI

EDUCAR EN LA ERA DEL SELFIE: DISTINGUIR CUÁNDO SE USA EL MÓVIL Y CUÁNDO NO

Como bien indica su nombre, Pantallas Amigas, su director de proyectos Urko Fernández Román lo tiene claro: el uso de los smartphones tiene más beneficios que inconvenientes. Pero el móvil no es un juguete. He aquí unos consejos para madres y padres preocupados.

Antes el contexto del niño o la niña empezaba en el parque y de ahí se iba extendiendo en la medida de su crecimiento. En cambio, ahora, en la era del smartphone, el contexto de repente es todo, debido a la ventana o el acceso que abre el móvil. Y no estamos preparados para todo. ¿Cómo educar en estas circunstancias?

Urko Fernández Román dio ayer unas pautas en los Cursos de Verano de la UPV. Lleva cinco años en la asociación Pantallas Amigas, una iniciativa que nació hace doce años para promover del uso seguro y saludable de las nuevas tecnologías y que desde hace siete años habla ya del fomento de una ciudadanía digital responsable en la infancia y la adolescencia. Son ingenieros, informáticos, psicólogos... que trabajan habilidades como la empatía, el pensamiento crítico o el manejo de las emociones; son las mismas que rigen fuera de Internet pero que aquí se deben de trabajar de otra forma.

Puso como ejemplo lo que nos pasa con los grupos de WhatsApp, no solo a los adolescentes, también a los adultos. Explicó que no sabemos gestionar los enfados y decimos lo primero que se nos ocurre a las tres de la mañana, cuando estamos cansados, o en el calor del momento. O lo contrario, cuando nos gusta una persona y estamos excitados. Todo queda registrado y casi siempre no pasa nada, pero cuando sucede no sabemos que hasta dónde llegará.

Apuntó que no hay que olvidar los derechos de los niños y los adolescentes en la vida, también en la digital, que es una extensión de la misma. ¿Cómo les hacemos valer esos derechos? Dándoles herramientas. Indicó que tienen habilidades básicas con el móvil y que no utilizan tantas aplicaciones. «Se les da todo muy masticado y no trabajan, por ejemplo, el pensamiento crítico». Añadió que «hay alguien que está generando costumbres y modos de sentir la vida. Antes, buscabas tu Internet. Ahora, Facebook te dice ‘esta es la vida y así se disfruta’».

Esto ocurre en un mundo en el que el año que viene habrá más móviles que personas pero en el que «el cambio es más cultural que tecnológico». El representante de Pantallas Amigas mostró dos fotografías: la primera era de 2009 y aparecía la familia Obama en un acto. Todos estaban atentos y miraban hacia el escenario. En la segunda, de 2013, se veía a la misma familia en otro acto pero con todos los miembros, hasta las niñas, usando sus smartphones. Se acepta dentro de la educación.

Ahora que los dos mundos se han mezclado, se debate sobre cuándo es adecuado utilizar el móvil y cuándo no. «Les preguntamos a los adolescentes: ¿Usarías el móvil en una comida en casa? ‘Bueno’, responden. ¿Y con los abuelos? Aquí lo tienen más claro, tal vez por la brecha generacional: ‘no’». En opinión de Fernández, hay que buscar el equilibrio y ver en qué momento beneficia y en qué momento no. «El problema de este aparato es que vale para (casi) todo, y si lo prohíbes, prohíbes todo: wikipedia, trabajos de grupo... En la escuela se dice siempre no, pero habrá que ver cuándo sí», reivindicó.

Todo es inmediato

Cuando Urko Fernández era pequeño, experimentaba con el teléfono que construía con dos latas y una cuerda. Luego vinieron los aparatos de juguete y ahora se ve a niñas y niños bien txikis con móviles reales en la mano. «Pero pensar que el móvil es un juguete es un error», avisó el experto.

Otra idea que explicó es que con el móvil todo es inmediato y que de esta manera resulta difícil gestionar la paciencia. Este aparato también puede servir para no hacer frente a ciertas situaciones. Por ejemplo, ante el fallecimiento de un allegado de un amigo le envías un whatsapp y así no tienes que hablar con él.

Somos 3.079.339.857 usuarios en Internet en el mundo, ¿eestar conectados hace que estemos más atrapados o más libres? Te facilita realizar tareas de la oficina desde casa, pero, al mismo tiempo, te ves a las diez de la noche aún trabajando. Hay que lograr que no empeore nuestra calidad de vida.

En cuanto a los selfies, antes el que se sacaba uno era «un cutre» y un narcisista, pero los intereses de Facebook, Samsung, Instagram... generaron nuevas costumbres e hicieron que se pusiera de moda a nivel masivo. Fernández considera que nos hacen menos libres, pero aclaró que «nadie nos ha obligado» sino que «nos han convencido sin darnos cuenta». «Estamos más en ‘Un mundo feliz’, de Aldous Huxley, que en ‘1984’, de George Orwell».

Sobre aplicaciones concretas, valoró WhatsApp porque es una herramienta que une varias generaciones, al contrario de Snapchat, dirigida al público joven. Para ilustrar el uso abusivo y la adicción que crean, puso un vídeo donde se veía a un adolescente queriendo estudiar con los apuntes en la mano y no pudiendo resistirse a coger el móvil que tenía al lado. Es una distracción constante. Nos pasa también a los adultos. Habló de la dependencia al móvil, del miedo a perderse algo si no se atienden los mensajes y del sedentarismo. Dijo también que la cultura de Internet es de media bastante nociva y que hay muchos comentarios crueles. Pero hizo hincapié en que Internet es lo que queramos que sea y emplazó a trabajar por el buen uso de las pantallas.