@albertopradilla
Madrid

El oso y el madroño toman el testigo por el euskara

Decenas de personas han participado este sábado en la Korrika en Madrid. Un recorrido por el centro de la capital española al grito de «Madrilen ere, euskarararen alde!» que continuará con diversas actividades a lo largo de toda la jornada.

Korrika a su paso por la calle Montera. (A.P.)
Korrika a su paso por la calle Montera. (A.P.)

«Ttipi-ttapa, ttipi-ttapa, korrika!». Son las 11.15 de la mañana y cerca de un centenar de personas se han dado cita en la glorieta de Bilbao, en el centro de Madrid, para tomar parte en la Korrika (edición madrileña). «Como ocurre en muchas capitales del mundo, esta es una oportunidad para apoyar al euskara y para unir a la comunidad vasca», explicaba, antes de comenzar, Aratz, encargado de llevar el testigo en el primer tramo. Muchos jóvenes, la mayoría de ellos parte de la diáspora vasca en la capital del Estado, y algún madrileño seducido por el euskara, formaba parte del tramo de entusiastas dispuestos a pasear a la lingua navarrorum por algunas de las principales calles de la metrópoli.

Arrancó la carrera con un ritmo endiablado, de esos que dejan por el camino a los menos habituados a acelerar el paso (el que firma estas líneas, el primero). Calle Fuencarral, lugar de compras y siempre lleno de paseantes, es la primera recta. Si algo genera el paso de la Korrika es sorpresa. Algunos se paran con cara de incredulidad, otros sacan fotos y un impertinente lanza un extemporáneo «¡Viva España"» que no llega a cruzarse con la carrera, que va más rápido que el improperio.

Llegados a Montera, primera parada. Allí fue donde Iparragirre, recién llegado del exilio, cantó «Gernikako Arbola» por primera vez en el Café de San Luis, ya desaparecido y convertido en una tienda de ropa. Tras cumplir con el de Urretxu, la carrera bajaba, también a buen ritmo, hacia Sol, donde el grupo se ha hecho una foto de familia con la ikurriña ondeando junto al Oso y el Madroño, símbolos por antonomasia de Madrid.

La jornada no iba a terminar aquí. La siguiente parada, la Euskal Etxea, ubicada justo al lado del Congreso español, donde se ha celebrado un hamaiketako y actividades para los txikis.

Ya por la tarde está prevista una comida popular y un concierto en el parque del Casino, en Lavapiés. Jornada completa al grito de «Madrilen ere, euskararen alde!»