El pleno de Gasteiz está formado por los nueve ediles del PP; los nueve cargos electos que suman EH Bildu, Podemos e Irabazi; y los nueve concejales del Gobierno local, formado por PNV y PSE. La corporación esta partida en tres bloques iguales: la derecha, la izquierda y el «carril central» liderado por el alcalde, Gorka Urtaran, que ha perdido la confianza que depositaron en él las fuerzas que propiciaron el cambio político en 2015.

El debate sobre el estado de la ciudad ha puesto de manifiesto la soledad del primer edil jeltzale, que ayer propuso un «triple pacto por Vitoria», en el que se recoge la necesidad de abordar una reforma fiscal. «El Ayuntamiento no genera el ahorro suficiente para hacer frente a los gastos e inversiones, y tenemos que alcanzar un acuerdo serio y riguroso para que en los próximos años tengamos un incremento de los ingresos», remarcó el regidor, que insistió en que «este Gobierno quiere llegar a acuerdos con todos los grupos, sin excepción».

La oferta de Urtaran no convenció a la portavoz del PP, Leticia Comerón, que propuso al Ejecutivo una bajada en la presión fiscal. «Queremos un debate serio para afrontar la fiscalidad en la misma línea que defiende el PP en el resto del País Vasco», señaló la edil, que instó al regidor a elegir entre la supuesta «moderación que le ofrece el PP o apostar por Bildu y los radicales». «Yo creo que le va a ir mucho mejor a Vitoria si mira a esta bancada y decide tender a la moderación», añadió.

«Estancamiento» del PNV

Desde EH Bildu, Miren Larrion censuró el «estancamiento» del PNV. «Hemos pasado de la ilusión a la decepción. La foto actual de la ciudad nos muestra a un alcalde muy distante, alejado de la realidad, que no escucha a los trabajadores municipales ni a las voces plurales que defienden el proyecto de Errekaleor», criticó tras reiterar que la coalición soberanista trabajará con quienes apuesten por el cambio. No obstante, avisó a Urtaran de que, «si se plantea algo en positivo, EH Bildu va a estar ahí».

El portavoz de Podemos, Jorge Hinojal, cargó contra «el alcalde de la promesas», que no ha cumplido el acuerdo presupuestario. «Es la última oportunidad de demostrar que puede cumplir con los diferentes, que es capaz de mirar por el conjunto de Vitoria-Gasteiz», indicó. Y le pidió que «aprenda ya a combinarse con los colores de las nuevas fuerzas políticas».

En la misma línea se pronunció el único representante de Irabazi, Óscar Fernández. «Le quedan dos años, así que póngase las pilas. Volvamos a poner a las personas en el centro de la política y dejemos a un lado los proyectos partidistas. Es hora de alcanzar acuerdos, es hora de avanzar», manifestó.

Por su parte, el teniente de alcalde y portavoz del PSE, Peio López de Munain, se limitó a defender el trabajo de «un gobierno plural, conformado a través del diálogo».