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El juez envía a prisión al detenido por la agresión sexual por tocamientos en sanfermines

El juez ha enviado a prisión al detenido por un delito de agresión sexual por tocamientos con violencia en un bar de Iruñea en sanfermines, según informa el TSJN. El magistrado ha tomado esa decisión al tratarse de un hombre de nacionalidad francesa y para garantizar que esté presente en el juicio, que tendrá lugar dentro de una semana.

Imagen del punto de información sobre agresiones sexistas en sanfermines.
Imagen del punto de información sobre agresiones sexistas en sanfermines.

Según fuentes del citado tribunal, la Fiscalía se interesó por una libertad con cargos, pero la acuasión particular sostuvo que al tratarse de un hombre con ciudadanía francesa era preferible la prisión provisional hasta la celebración del juicio.

El juez recoge en su relato de los hechos que el detenido tocó a la mujer «violentamente en los pechos y en su zona genital». Fue recriminado por la víctima y los acompañantes de ella, pero no cejó en su actitud. En un momento determinado, ella intentó agarrarle en la entrepierna para defenderse, él se rio y le propinó un fuerte golpe en el lado izquierdo de la cara. A consecuencia del impacto, ella cayó al suelo y perdió momentáneamente el conocimiento.

Algunos de los acompañantes de la mujer le atendieron en el lugar y otros fueron detrás del agresor, lo cual permitió la detención.

El juez añade que el agresor es jugador de rugby y en el auto se le señala como un hombre muy fornido.

El informe forense, añade el fallo, evidencia las lesiones sufridas por la víctima, totalmente compatibles con su relato.

Por su parte, el detenido ha negado los hechos, manifestando que «estaba bailando» y «haciendo el indio» al lado de la mujer, pero «sin tocarla en ningún momento, y que de repente ésta, sin motivo alguno, le dio un golpe en los genitales y cuatro bofetadas, limitándose él a defenderse dándole una bofetada, cayendo la mujer al suelo, aunque después también ha dicho que le dio un empujón y luego una bofetada porque la mujer le seguía pegando».

Su declaración es considerada por el instructor como «claramente falsa y realizada en el ejercicio del derecho del detenido a defenderse». Añade que carece de sentido lo que cuenta, ya que es un joven que «difícilmente va a ser agredido por una mujer sin ningún motivo, salvo que no le quede más remedio que defenderse».