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EH Bildu deja sin argumentos a Defensa tras recordar que Sanjurjo está expulsado del Ejército

Defensa ha tenido que cambiar su justificación para enterrar al general golpista con honores en Melilla al serle recordado que José Sanjurjo fue expulsado del Ejército tras su fallida asonada. No obstante, el Ministerio se cierra en banda a reconocer los gastos que acarreó la inhumación de José Sanjurjo.

Un momento de la inhumación de los restos de Sanjurjo en el Panteón de Regulares de Melilla. (GARA)
Un momento de la inhumación de los restos de Sanjurjo en el Panteón de Regulares de Melilla. (GARA)

El Ministerio de Defensa ha estado sorteando durante meses la explicación a por qué trasladó e inhumó con honores militares al golpista José Sanjurjo en el llamado Pabellón de los Héroes Regulares de Melilla. EH Bildu y Podemos han registrado varias preguntas relativas a este asunto a las que Defensa respondía siempre el mismo texto, argumentando que el general era merecedor de dicho sepelio por «sus méritos militares durante las Campañas de Marruecos, lo que le valió la concesión de numerosas condecoraciones militares, entre las que destacan dos Cruces Laureadas de San Fernando concedidas por S.M. El Rey Alfonso XIII en 1914 y 1927».

No obstante, en la última respuesta ofrecida a Jon Iñarritu, estas frases han sido eliminados de dicha respuesta tipo. El motivo, según se desprende de la batería de preguntas, es que el Senador de EH Bildu les recordaba expresamente el hecho de que Sanjurjo había sido expulsado del Ejército. Su expulsión ocurrió en 1932, después de que fracasara el intento de golpe de estado conocido como la «Sanjurjada». Además de este castigo, Sanjurjo fue condenado a muerte, si bien esta segunda pena se le conmutó por una cadena perpetua que empezó a cumplir en la cárcel de Dueso, en Santoña.

Posteriormente, Sanjurjo fue excarcelado para ponerse al frente de los generales que habían iniciado el golpe de estado fallido contra la República que acabó desatando la masacre de 1936 y el posterior conflicto bélico que dio pie a los 40 años de dictadura. El general murió en un accidente de avión en los primeros compases de ese alzamiento militar. Concretamente, dos días después del golpe que inició Emilio Mola en la ciudad natal de Sanjurjo, Iruñea.

Durante la dictadura de Francisco Franco la figura de Sanjurjo se rehabilitó como líder moral de los conspiradores. En Iruñea se levantó un horrendo edificio de estilo arquitectónico fascista en cuya cripta reposaban, como héroes, tanto Sanjurjo como Mola.

El actual Ayuntamiento de Iruñea, dirigido por Joseba Asiron, decidió clausurar este particular cementerio por motivos de salubridad y con objeto de cumplir con la Ley de Memoria Histórica. Todos los restos de la cripta (donde también había otros navarros que murieron en las filas del bando filonazi) fueron recuperados por un equipo de expertos forenses de forma escrupulosa y entregados a sus familias.

Posteriormente, se supo que los restos habían sido inhumados de nuevo en Melilla con honores, gracias al desliz de un grupo ultra carlista local. Desde entonces, Defensa ha tenido que responder en numerosas ocasiones por qué permitió este tipo de enterramiento. Ayer, el último de sus argumentos quedó tumbado, pues todos los honores percibidos como líder de los africanistas en la década de 1920 quedaron en papel mojado tras su expulsión de 1932. Aun con todo, Defensa insiste en que hay una norma del Jefe de Estado Mayor que sigue avalando la presencia de los restos de Sanjurjo entre el resto de Regulares de la colonia española en Marruecos.