Iñaki TELLERIA

A pensar en Europa League tras otra mala experiencia

La plantilla mantiene la esperanza en la competición europea mientras se complica el futuro en la Liga.

Un aficionado rojiblanco optimista me dijo ayer por la mañana que si el Real Madrid, que lleva años jugando mal para el valor que tienen su jugadores, ha ganado tres de las últimas cuatro Champions y, a pesar de llevar una Liga penosa, ha sido capaz de meterle una dolorosa cornada al PSG, por qué no va a optar el Athletic a una gesta en la Europa League. Visto así no se puede objetar mucho a su planteamiento, aunque tiene de serio lo mismo que encomendarse a la Amatxu de Begoña.

El Athletic afrontará el partido de vuelta de dieciseisavos del jueves (21:05 horas) con una valiosa renta favorable que obliga al Spartak a meter, al menos, tres goles para pasar a octavos. Es una situación enviable para el equipo vasco y más teniendo en cuenta su trayectoria de esta temporada.

El último ejemplo lo ofreció el domingo en Madrid con un partido en el que los más destacados, por no decir que los únicos que se salvan de la quema fueron los centrales Iñigo Martínez y Unai Núñez. Incluso Saborit tuvo un papel digno. Desde esta línea hacia adelante, un erial.

Ziganda volvió a recurrir a un planteamiento tan defensivo como el de Girona y duró lo que duró, hasta que cometió el primer fallo importante. Ahí se acabó el partido, porque con el autobús aparcado delante de Kepa puedes evitar que te metan muchos goles, pero es casi imposible que tú los consigas. El domingo, ni eso, porque otro error de bulto facilitó el 2-0 final. Oblak no necesitó ducharse, como tampoco le hizo falta a Kike Sola, cuya convocatoria extrañó a sabiendas que no iba a jugar ni aunque cayera el techo del banquillo y lesionara a sus seis compañeros de asiento.

Quienes no estuvieron fueron Aduriz y Raúl García, que volverán el jueves, pero, ojo, que con ellos el domingo es muy posible que tampoco hubiera conseguido el Athletic nada positivo, porque llenar el equipo de gente por detrás del balón y dejar solos a un par que se busquen las castañas puede dar resultado un día, pero no habitualmente. Además, tanto el navarro como el guipuzcoano superan de lejos la treintena y no están para más de 45 minutos achuchando al rival. Este sistema no vale para ellos más que para un rato, por mucho que se beneficien del incansable de Williams.

Pero Ziganda ya advirtió de que le pone jugar con tres centrales, dos laterales y tres centrocampistas, con lo que el equipo mira más a su portería que a la del rival. Y si esto lo hizo contra el Girona, miedo da pensar qué puede hacer contra el Spartak con dos goles de ventaja.

Por otra parte, el Athletic reforzará el jueves la seguridad en el interior de San Mamés. Esperan a 2.000 seguidores del Spartak que estarán ubicados en tres zonas del campo: la destinada a la afición visitante, Tribuna Sur Alta; en el espacio para las entradas «normativa UEFA Primera Clase», Tribuna Principal Alta; y, además, las entradas adqui ridas para el Área VIP.

Asimismo, el Athletic, «por decisión de la UEFA», jugará el partido «totalmente de negro», es decir, con la misma indumentaria de la ida en Moscú. El Spartak, que allí salió de rojo, en San Mamés jugará de blanco.

 

El Spartak repite estancia en la costa malagueña

No se puede decir de que al Spartak, hasta ahora, le haya ido bien preparar la eliminatoria al calorcito de la costa mediterránea. Anduvieron varias semanas al calorcito de Dubai y Marbella y luego dos días al fresco de Sochi para aclimatarse al frío moscovita. Pues debió de ser demasiado tiempo en camiseta y chancletas, porque en el partido de ida los rojiblancos fueron más rusos que ellos y, en particular, Mikel Rico, el de la manga corta.

Ahora, la plantilla del Spartak lleva un par de días en Estepona, donde se mantendrá concentrada hasta el miércoles que volarán a Euskal Herria. Pensarán que a la inversa sí les funcionará la ocurrencia.

La experiecia dice que a los equipos rusos no les sienta bien el paso por San Mamés, de hecho, los dos que lo hicieron en competición continental anteriormente, el Torpedo y el Lokomotiv, salieron trasquilados.

En la primera ronda de la extinta Recopa de la temporada 1973/74, el Athletic ganó en La Catedral 2-0 al Torpedo en el partido de vuelta, con goles de Astrain y Lasa, y pasó a la siguiente ronda tras el 0-0 del Estadio Lenin de Moscú. Más recientemente, en la campaña 2011/12, se enfrentó al Lokomotiv, como ahora con el Spartak, en dieciseisavos de la Liga Europa. Muniain firmó el 1-0 que mejoraba el 2-1 encajado antes en el Luzhniki .I.T.