Integrantes del Comité Permanente de Euskotren se concentraron ayer frente a la estación Zazpikaleak para protestar por la agresión sufrida por un trabajador de la plantilla el pasado sábado «en el ejercicio de sus funciones», subrayando que «no es un hecho aislado».

Iñigo Goñi recordó que este último incidente fue «bastante fuerte» y se produjo cuando un usuario quiso abandonar la estación de Lemoa sin billete. «Nuestro compañero hizo su trabajo, pedirle el billete, que no tenía, y se negó a identificarse. Le intentó retener para que fuera identificado, a lo que se opuso, y le pegó un puñetazo y le empujó». «Por suerte, había seguridad en la estación y lograron retener e identificar» al agresor, añadió el delegado sindical.

Comentó que, «por desgracia», en los últimos meses, tanto en Euskotren, como en Metro Bilbao, autobuses «y todos los servicios públicos», este tipo de hechos «pasan bastante a menudo». «Queremos destacar que este tipo de actitudes violentas son realizadas por una minoría de usuarios, pero no por ello deja de ser preocupante. Las relaciones deben estar basadas en la educación y en el respeto mutuo», manifestó.