Asier ROBLES

¿Está Bilbo preparado para desplazarse en bicicleta?

A finales de 2018 el servicio de bicicletas públicas de Bilbo dio un gran cambio al implantarse las bicicletas eléctricas. Todo un avance, pero desde la asociación Biziz Bizi aseguran que falta mucho para que la ciudad de un cambio en su modelo de movilidad y se equipare a otras ciudades de Europa.

Presentación de las bicicletas eléctricas de Bilbao Bizi. (BILBOKO UDALA).
Presentación de las bicicletas eléctricas de Bilbao Bizi. (BILBOKO UDALA).

En octubre de 2018 el servicio de prestamo de bicicletas públicas de Bilbo, Blbao Bizi, dio un gran cambio. Se retiraron las bicicletas a pedales y en su lugar se pusieron 200 bicicletas eléctricas. Un modelo que Alfonso Gil, concejal del de Movilidad y Sostenibilidad, calificó como «el más avanzado» del Estado español.

Estas bicicletas pueden alcanzar los 25 km/h y la autonomía del motor eléctrico es de 50 km. El precio se mantuvo igual, 20 euros anuales para los empadronados en Bilbo y 25 euros para los no empadronados. Pero lo que sí cambió, fue el horario de uso, que pasó a ser de 24 horas. Antes era de 06.00 a 22.30.

También se dio un cambio significativo en el sistema de uso, antes funcionaba únicamente con una tarjeta, pero desde la implantación del nuevo modelo, funciona con una aplicación para el móvil con la que se puede alquilar, desbloquear, aparcar y devolver la bicicleta.

A los pocos días de inaugurarse el nuevo sistema, ya comenzaron las críticas de numerosos usuarios. La más generalizada fue que en los puntos de anclaje ubicados por toda la villa no se encontraban vehículos. Pero también las hubo por el mal uso que algunas personas estaban realizando de las bicicletas. Por ello, el Ayuntamiento de Bilbo decidió suspender temporalmente la posibilidad de abonarse y al de un tiempo duplicó el número de bicicletas.

450 bicicletas y 35 puntos de anclaje

Actualmente el servicio cuenta con 450 bicicletas y 35 puntos de anclaje, los últimos cuatro inaugurados a finales de enero. En marzo se inaugurarán otros cinco puntos más.

Para finales de enero, se habían contabilizado 17.105 personas inscritas al servicio. Desde que se implantó el nuevo modelo, ha habido 3.524 altas nuevas y se han prestado bicicletas en 147.946 ocasiones, 1.608 al día de media, un aumento de más del triple con respecto a las 506 diarias del año anterior.

Con la implantación de las bicicletas eléctricas, se retiraron las bicicletas a pedales. Desde el punto de vista medioambiental, la asociación Biziz Bizi, la asociación de ciclistas urbanos de Bilbo creada en 1995, sostiene que las únicas bicicletas «realmente sostenibles» son las de pedales. «Las eléctricas tienen baterías que hay que fabricar, cargar, reponer y destruir al final de su vida útil». Por ello, desde Biziz Bizi dicen que se podría haber dejado un sistema mixto en el cual la persona usuaria «decida en función de su gusto e itinerario si necesita o no una bicicleta eléctrica».

Carencias en otras áreas de actuación

Desde Biziz Bizi sostienen que Bilbo ha centrado su política de movilidad en la electrificación del sistema público de préstamo de bicicletas, «haciendo caso omiso al resto de áreas de actuación».

Por ello, cabe preguntarse si Bilbo está preparada para moverse en bicicleta. En noviembre de 2018 una ciclista murió atropellada por un camión en la confluencia entre la calle Autonomía y la avenida Sabino Arana. Ha sido la última víctima, pero no la única de los últimos años, en 2016 otro ciclista murió tras un accidente con un Bilbobus. Para Biziz Bizi, Bilbo carece de unas «condiciones adecuadas» de seguridad y comodidad para moverse en bicicleta como «una red calmada de tráfico de calles a 30 km/h efectivas» o «una red de vías ciclistas seguras, cohesionadas y cómodas».

En este sentido, la asociación ve un peligro en el «exceso de coches, especialmente en horas punta». «Los ciclistas tienen que enfrentarse a actitudes agresivas por parte del tráfico que, por ignorancia, nos recrimina que ocupemos nuestro espacio en la calzada», explican. Asimismo, afirman que «debe regularse especialmente» la circulación de vehículos de gran tonelaje en la ciudad por ser un factor de «evidente peligrosidad», de hecho en los accidentes graves de los últimos tres años se ha visto implicado un vehículo de estas características.

«Si queremos fomentar el uso de la movilidad ciclista, además de habilitar una trama coherente de vías ciclables separadas del tráfico motorizado que permita que todo tipo de personas puedan moverse en bicicleta, también hay que aprobar normas de circulación como las que existen en otros municipios europeos: contramarcha en direcciones únicas, paso en semáforos compatible con paso de peatones, zonas adelantadas de espera en semáforos y cruces, señalización específica...» aclaran desde Biziz Bizi.

En relación a ello, la asociación ve otra «asignatura pendiente» la ausencia de una conexión ciclable segura con el resto de municipios del Gran Bilbao, por un lado por la N-634 en dirección Galdakao, pero sobre todo a través de la BI-711, carretera que transcurre junto a la ría, hasta las Arenas. En el caso de esta última vía, la asociación lleva años organizando marchas para exigir su implantación a las instituciones.

Situación del bidegorri

Las condiciones del bidegorri a lo largo de la villa, también es otro de los temas espinosos. Hace unas semanas, Carlos Mazon, autor de un blog ciclista llamado Biziosona, publicó a través de sus redes sociales un video que muestra «con cierta sátira» los peligros de una red de carriles bici «inconexa e insegura». En el vídeo muestra caídas producidas por cortes de la vía sin aviso, pivotes y señales de tráfico en medio de la vía, terrazas ocupando parte de la vía o furgonetas aparcadas en ella.

Biziz Bizi insiste que lo que hace falta para una transformación en el ámbito de la movilidad, es «voluntad política». Desde la asociación consideran que todos los planes aprobados en en los últimos años, han sido «incumplidos sistemáticamente». «El Ayuntamiento de Bilbao siempre ha apostado por la movilidad motorizada en detrimento de la movilidad sostenible, no cuenta con un plan integral de movilidad», sentencian.