GARA
LONDRES

El Banco de Inglaterra no rebaja sus tipos a la espera de la resolución del Brexit

El banco central británico ha decidido mantener sin cambios, en el 0,75%, los tipos de interés, así como el programa de estímulo económico que introdujo tras la crisis crediticia global de 2008.

El Banco de Inglaterra (BoE, por sus siglas en inglés) ha revisado a la baja sus previsiones de crecimiento de la economía británica para este año y el siguiente, hasta el 1,3% en ambos casos, después de que su Comité de Política Monetaria decidiera de forma unánime mantener los tipos de interés en el 0,75%. También votó a favor de no introducir variaciones en sus medidas no convencionales de estímulo monetario, advirtiendo de que el sentido de la evolución de la tasa dependerá del impacto y los términos del Brexit.

Los integrantes del citado comité votaron en bloque para mantener en 10.000 millones de libras esterlinas (10.974 millones de euros) la emisión de reservas para financiar la compra de deuda corporativa, así como continuar con el programa de 435.000 millones de libras (477.388 millones de euros) de compra de bonos soberanos.

En su análisis, el banco central señala que, tras el crecimiento de un 0,5% de la economía británica en el primer trimestre del año, se prevé un estancamiento de la actividad en el segundo trimestre, una evolución ligeramente más débil de lo anticipado el pasado mes de mayo.

En ese sentido, advierte de que el crecimiento parece haberse ralentizado desde 2018 a niveles por debajo del potencial, reflejando el impacto de la intensificación de las incertidumbres relacionadas con el Brexit en la inversión empresarial y un crecimiento más débil en el comercio global, como también han constatado el Banco Central Europeo y la Reserva Federal de Estados Unidos.

«El aumento de la incertidumbre sobre la naturaleza de la retirada de la UE significa que la economía podría seguir una amplia variedad de caminos en los próximos años», subraya la institución en su informe, asegurando que la senda apropiada de su política monetaria dependerá del equilibrio entre los efectos del Brexit en la demanda, la oferta y el tipo de cambio.

De este modo, el BoE reitera que la respuesta de su política monetaria al Brexit, cualquiera que sea la forma que este adopte, «no será automática» y, por tanto, podría ir en cualquier dirección, aunque subraya que «en todas las circunstancias, el Comité establecerá la política monetaria de manera adecuada para lograr el objetivo de inflación del 2%».

«Mejor una transición»

En la rueda de prensa que ofreció tras la reunión del Comité de Política Monetaria, el gobernador del Banco de Inglaterra, Mark Carney, incidió en que todas las medidas que se planifiquen para el supuesto de una salida de la UE sin acuerdo «no pueden eliminar los ajustes económicos fundamentales».

«Sea cual sea la resolución que elija el país, siempre es mejor que haya una transición», puntualizó.

El temor a un Brexit abrupto se ha acentuado tras la llegada al poder, la semana pasada, de Boris Johnson, que ha prometido que Gran Bretaña saldrá de la Unión Europea a finales de octubre sea como sea.

«En el caso de un Brexit sin acuerdo, probablemente el tipo de cambio de la libra retrocedería, la inflación aumentaría y el crecimiento del PIB se ralentizaría», previno el BoE, que sin embargo, según dio a entender Carney, todavía no ha hecho de esta hipótesis su escenario central.

Pero la perspectiva cada vez más extendida de que finalmente se llegue al “no deal” ya está repercutiendo sobre la cotización de la libra, que ayer cayó frente al dólar a un nivel sin precedente desde 2017.