La vicepresidenta en funciones, Carmen Calvo, comparecerá este jueves a las 16.00 en un pleno extraordinario del Congreso para informar sobre la gestión del Gobierno español de la crisis del Open Arms, que estuvo 19 días a la deriva en el Mediterráneo con más de cien migrantes a bordo a la espera de puerto seguro.

La presidenta del Congreso, Meritxell Batet, ha concretado el día y la hora a la que se celebrará este pleno extraordinario, que se convocado después de que en la Diputación Permanente aprobase con los votos de los grupos de la oposición la petición de comparecencia de Calvo.

El PSOE ha votado en contra de esta comparecencia extraordinaria, pues prefería esperar a septiembre. Vox también ha rechazado la iniciativa porque prefería que fuera el presidente del Gobierno español en funciones, Pedro Sánchez, quien ofreciese explicaciones.

A este respecto, conviene señalar que PP y Ciudadanos habían pedido que fuera Sánchez quien rindiera cuentas ante el Congreso, por lo que definen como «bandazos» del Ejecutivo en torno a la inmigración, aunque finalmente han votado a favor de que comparezca Calvo.

Unidas Podemos también había defendido la comparecencia del inquilino de La Moncloa en un primer momento, aunque finalmente ha decidido solicitar la comparecencia de la vicepresidenta alegando que ella ha llevado el protagonismo del Gobierno en esta crisis, ya que presidente estaba de vacaciones.

19 días a las deriva

La crisis del Open Arms comenzó a principios del mes de agosto, cuando el buque humanitario de la ONG Proactiva Open Arms rescató a 121 migrantes del mar, a los cuales se sumaron otras 39 personas. Ante el bloqueo de Italia y Malta, que no dieron permiso al buque para desembarcar en sus puertos, y tras 19 días a la deriva, el Gobierno español decidió enviar a Lampedusa el barco de la Armada española "Audaz".

El mismo día en que se tomó esta decisión, el pasado 20 de agosto, la Fiscalía de Agriento ordenó el desembarco del Open Arms, después de que el fiscal Luigi Patronaggio examinase las condiciones del barco de la ONG.

Como el "Audaz" ya había recorrido parte del camino hacia Lampedusa, el Gobierno español decidió que continuara su travesía con el objetivo de recoger a los quincemigrantes que le corresponde acoger al Estado español, de acuerdo al reparto organizado con otros países de la Unión Europea.

Los quince migrantes ya están a bordo del buque, que está a punto de zarpar del puerto de Pozallo, en Sicilia, con destino al puerto de San Roque-Crinavis, en la Bahía de Algeciras, según han confirmado fuentes gubernamentales a la agencia Europa Press.

Las mismas fuentes señalan que se estima que la travesía sea de dos o tres días, aunque su duración dependerá de las condiciones de navegación. Los quince migrantes, entre los que no hay ningún menor, son adultos de siete nacionalidades. Concretamente, hay cuatro nacionales de Eritrea, tres de Sudán, tres de Gambia, dos de Ghana, uno de Nigeria, uno de Liberia, y uno de Etiopía.

Otro barco sin permiso de Italia

Y puede que estos días se repita una crisis similar a la del Open Arms, ya que el ministro del Interior, Matteo Salvini, ha prohibido este martes la entrada en aguas italianas del barco alemán apoyado por la ONG Mission Lifeline, que el lunes rescató a unos 110 migrantes frente a las costas de Libia, recordando que se enfrenta a una posible multa de un millón de euros.

Salvini ha firmado una orden con la que ha vetado la entrada, tránsito y abastecimiento en aguas italianas del "Eleonore", en cumplimiento de una ley que él mismo impulsó y que, en caso de incumplimiento, conlleva la incautación del barco. Según consta en dicha orden, la ONG se anticipó a una actuación de la Guardia Costera libia al efectuar el rescate.

El capitán y propietario del "Eleonore", Claus-Peter Reisch, aseguró el lunes que el rescate se produjo «en el último segundo», puesto que la embarcación, una lancha hinchable, estaba ya hundiéndose. Reisch ya fue juzgado en Malta por una operación de rescate realizada por el "Lifeline", que continúa retenido por irregularidades.

La ONG alemana ha explicado en un comunicado que la primera noche a bordo ha sido tranquila, si bien la falta de espacio en el barco, un yate motorizado, ha obligado a los rescatados a dormir unos apoyados en otros. «"Estamos a la espera de un puerto seguro», ha comentado este martes Reisch en el comunicado.

«He pedido al Gobierno federal (alemán) que se encargue de ello y espero que la gente pueda desembarcar pronto», ha apuntado. No obstante, en un mensaje posterior en su Twitter, ha reconocido que por ahora no ha habido «una respuesta positiva» de los países de la UE.