Un empleado de 45 años de edad se convirtió el domingo en el primer trabajador de una gran superficie comercial francesa fallecido a causa del coronavirus. Las grandes cadenas lanzan mensajes de elogio a los «héroes discretos» y amagan con una prima de 1.000 euros exenta de obligaciones fiscales para premiar ese sobreesfuerzo y, a poder ser, combatir el creciente absentismo laboral en un sector muy expuesto.