Los territorios que han pasado a la fase 1 engloban al 51% de la población del Estado español. Dejar fuera a las dos mayores urbes, Madrid y Barcelona, merma obviamente mucho este porcentaje. Por contra, los cuatro herrialdes vascos han logrado pasar esa criba, en la que se combinan los datos epidemiológicos y la capacidad de atención hospitalaria. Este último, de hecho, según ha explicado el coordinador Fernando Simón, ha sido criterio clave.

Es, por ejemplo, el caso de Nafarroa, donde a pesar de ser una de las zonas más afectadas y de que sus cifras hayan sido preocupantes, la buena respuesta de un sistema sanitario «muy potente» según Simón, le ha permitido pasar de fase.

El Gobierno de Chivite trasladó a Madrid que podría pasar de 1.690 camas hospitalarias a 2.486 y de 82 puestos de UCI a 174 en menos de 5 días, una circunstancia que ha resultado clave en la decisión. Simón ha destacado también la fortaleza de la atención primaria.

Trebiñu, con Araba

El turno de preguntas también ha servido para confirmar que Trebiñu pasará de fase junto a Araba, con la que completará la desescalada, a pesar de que la provincia de Burgos, a la que pertenece administrativamente, es una de las que deberá permanecer en la fase 0.

Al poco de conocer la noticia, los ejecutivos de Lakua e Iruñea han mostrado su satisfacción por haber superado la criba. Desde Gasteiz han señalado que el pase de Euskadi en su conjunto a la Fase 1 de la desescalada es «fruto de trabajo de muchos meses» gracias al cual se ha sido capaz de «frenar la pandemia». Asimismo, ha considerado que supone «una oportunidad para avanzar en la necesaria convivencia con el virus».

María Chivite, por su parte, ha felicitado a los profesionales del Servicio Navarro de Salud «por todo el trabajo realizado» y ha subrayado que en la decisión del Ministerio de Sanidad español «se ha valorado nuestra situación, capacidad del sistema sanitario y la posible respuesta a nuevos brotes».

Chivite ha puesto en valor «el potente sistema sanitario que tenemos que ha sabido responder hasta en la situación más crítica» y ha destacado que «no hemos tenido colapso como ha pasado en otras comunidades. Tenemos que mantener esa tensión» y «no nos tenemos que relajar, no queremos que Navarra dé un paso atrás», ha insistido.

La provincia como unidad ha quedado aparcada en varios casos como Castilla y León y Catalunya, donde ninguna provincia como tal pasa a la fase 1, pero sí varias áreas de salud que, según ha explicado Fernando Simón, cumplen las condiciones necesarias para el cambio de fase.

El mayor batacazo es el de la Comunidad de Madrid, que pese a proponerlo se ha quedado fuera de la criba y además con crisis política por la dimisión de su responsable sanitaria, que no veía justificación médica para la progresión. Sobra decir que Illa y Simón han eludido entrar en polémicas. La situación se reevaluará la próxima semana y no se descarta que Madrid entre en fase 1 siete días más tarde, en lugar de los catorce establecidos para las reevaluaciones.

Posibilidades nuevas y horarios mantenidos

En esta fase 1 todos los establecimientos minoristas podrán abrir, con limitaciones de aforo y con prioridad para personas mayores. Habrá también terrazas de hostelería o museos. Y podrán juntarse, guardando las distancias, grupos de hasta diez personas dentro y fuera de las viviendas.

Illa ha insistido en que esta fase 1 se deben mantener distancias de dos metros, lavarse las manos con frecuencia y usar mascarillas en el transporte público. «Ahora es más necesaria que nunca la disciplina social, la distancia interpersonal, el lavado frecuente de manos, la higiene y el uso obligatorio de las mascarillas».

También se mantienen las franjas horarias para paseos y practicar deporte, si bien habrá que esperar a la publicación del BOE, pues han advertido de que las comunidades que accedan a la fase 1 tendrán la potestad de realizar cambios. En principio, se trataría de una posibilidad para que el calor no afecte tanto a los más pequeños en sus paseos, algo que no afectaría tanto en Hego Euskal Herria.

No obstante, Illa ha recalcado que es «importante que siga habiendo franjas, es decir, que los menores de 14 años sigan paseando en una franja horaria, que las actividades deportivas se hagan en una franja horaria y que los mayores salgan en otra, para evitar que haya coincidencias de estos colectivos en actividades permitidas».