La Sección Primera de la Audiencia Nacional española concluye que «no ha quedado debidamente acreditado» que Asier Borrero, para quien la Fiscalía pedía 15 años de prisión por un delito de «estragos terroristas», participara en la colocación del artefacto explosivo en la parte trasera del bar de la sede del partido el 24 de diciembre de 2007. 

A su juicio, «las pruebas no son suficientes para llegar a un veredicto de culpabilidad» contra Borrero, que fue entregado el año pasado por las autoridades francesas, donde en 2015 fue condenado a 13 años de cárcel por varios delitos relacionados con ETA.

La sentencia considera probado que el 24 de diciembre de 2007 un artefacto explosivo «fue colocado» en el almacén de la parte trasera del bar de la Casa del Pueblo (sede del PSE) de Balmaseda. 

Explotó poco después de las 21.00, después de que una llamada en nombre de ETA alertara de su colocación, y produjo «el abatimiento de tabiques, la rotura de ventanas y balcones de las viviendas adyacentes, destrozos en el interior del bar y viviendas colindantes, y la completa destrucción del almacén».

Una vez examinados los indicios en contra de Borrero –que negó haber participado en los hechos– la Sala concluye que «la inferencia de la participación del acusado en el atentado (...) podría resultar excesivamente abierta, débil o imprecisa».

La imputación directa del preso algortarra en el atentado resultó de declaraciones policiales de Aitor Cotano, ya condenado por estos hechos, que este no ratificó ante el juez. Cotano denunció torturas y malos tratos.

Aunque la Sala «no alberga dudas» de que dichas declaraciones «se prestaron de modo espontáneo y sin vestigio alguno de vulneración de derechos fundamentales», tuvieron lugar «extramuros del proceso penal», lo que hace que «no pueden ser valoradas como prueba de cargo».

Borrero está preso en la cárcel de Dueñas, en Palencia.

Condena a Iurgi Garitagoitia

Por otro lado, el tribunal especial ha impuesto una condena de 389 años a Iurgi Garitagoitia, al que acusa de colocar un artefacto explosivo contra un repetidor de telefonía en Hernani y dos «bombas-trampa» en las cercanías supuestamente para alcanzar a los ertzainas que acudiesen tras la primera explosión.