Ningún sector está a salvo del golpe económico de la pandemia. El fútbol no es una excepción y el Eibar tampoco. Se reducirán los ingresos, ya lo han hecho, y habrá que ajustar los gastos. Aunque la situación saneada del club le permite afrontar la situación con calma y sin la necesidad de vender activos.

Así lo ha explicado Jon Ander Ulazia, que ha adelantado que el Consejo de Administración maneja una reducción de los ingresos ordinarios de en torno al 7%. Recuerda que los ingresos televisivos «nos suponen un 88% del total, una proporción que será similar la temporada que viene, así que la afección será importante. Este año hemos tenido presupuestados unos ingresos ordinarios de 54 millones y estamos trabajando en un escenario de unos 50 millones de ingresos ordinarios». Lógicamente, también se ven afectadas otras vías, «como principalmente los abonados, pero también los patrocinadores, los clientes de los palcos VIP…».

En definitiva, que habrá que ajustarse el cinturón. «Ajustar los gastos a los ingresos, que es lo que se ha hecho siempre en el Eibar», recuerda el Consejero Delegado de la entidad, que en cualquier caso destaca que la buena situación económica del Eibar le permite afrontar la situación con calma. «Evidentemente, tener una buena situación de tesorería y patrimonial te da cierta ventaja en situaciones de crisis. Pero si quitas y no pones, los montones se acaban. Tenemos una buena situación pero no podemos perder la cabeza», advierte. La buena noticia es que «no necesitamos vender para cuadrar las cuentas», aunque no descarta que fragüe alguna «situación que se pueda dar. Pero no estamos obligados».

Las consecuencias se notarán principalmente en la plantilla. Se ve abocada a una «renovación» en la que ya se trabajaba con anterioridad y que se acentuará por los «ajustes que nos obligará a hacer el covid». Una renovación en la que Fran Garagarza y José Luis Mendilibar «trabajan codo con codo desde el día siguiente a que se consiguiera la permanencia de forma matemática. No han dejado de trabajar un solo día», destaca Ulazia, que explica que el contrato del Director Deportivo expira el 30 de junio y que asegura que habrá noticias en breve. Con el sí de ambos, se supone, aunque no lo ha confirmado.

Los jugadores, en realidad, y al igual que la Dirección deportiva, cuerpo técnico y el propio Consejero delegado, ya han notado las consecuencias de la pandemia, después de que alcanzaran un acuerdo para rebajarse el sueldo un 2% –habría sido un 15% si la competición no se hubiera retomado–. Ulazia ha querido agradecer el gesto. «La plantilla mostró su predisposición y gracias al acuerdo se garantizaron los salarios de todos los trabajadores, sin tener que recurrir a un ERTE, incluso aunque la competición no se hubiera retomado».

Temporada «notable»

No es el único reconocimiento al equipo, que «ha hecho un esfuerzo titánico. Quiero realzar su labor porque las circunstancias han sido muy difíciles y el trabao de todos ha sido impresionate». Gracias a ese trabajo, la temporada se ha saldado de forma «notable. El pimer equipo ha logrado la permanencia y disputará su séptima temporada consecutiva en Primera, un hito al que muchos clubes no han llegado. Y lo consiguió a dos jornadas del final. A veces no somos conscientes del mérito que tiene», ha reivindicado. A la permanecia, además, se ha unido «el ascenso del primer equipo femenino. Estamos muy contentos de que una ciudad de 27.000 habitantes tenga dos equipos en Primera».

Ulazia, por otro lado, ha explicado que la crisis sólo afectará a la construcción de la Ciudad Deportiva, que espera ver en marcha en otoño, «en el ritmo de construcción. Se mantiene el proyecto con cinco campos. Si se puede, se hará toda la obra a la vez. Y si no, si es necesario, se modulará su construcción. Pero el proyecto se mantiene igual». También ha adelantado que se estudian vías para facilitar la renovación del abono «a los abonados que estén en ERTE o cualquier otra circunstancia derivada de la covid. El que se dé de baja, que no sea por dinero». Y ha explicado que no ha habido novedades en la situación del convenio del fútbol base. «Hace dos años tomamos la decisión de desligarnos porque el marco no se ha adaptado al hecho de tener dos equipos en Primera, ahora también dos en Primera femenina. Tener dos estructuras profesionales, dos clubes que realizan una importante inversión en cantera, debería tomarse como una oportunidad y una ventaja para el territorio y el país», algo que, evidentemente, no sucede.