Ibai AZPARREN

El Proceso de Burgos contado en cómic llega al kiosko

La novela gráfica 'Burgos Auzia. Iraultza eta bizi!!, guionizada por Mikel Antza e ilustrada por Adur Larrea estará disponible en los kioskos el próximo fin de semana junto al periódico GARA. 

Nobela grafikoaren azala.
Nobela grafikoaren azala.

Las lectoras y lectores de GARA podrán adquirir el próximo fin de semana 'Burgosko Auzia. Iraultza eta Bizi!', una novela gráfica ilustrada por Adur Larrea y escrita por Mikel Antza que brinda la oportunidad de descubrir o redescubrir los hechos acaecidos en la Capitanía General de Busgos, así como en Euskal Herria y en el mundo, aquel frío diciembre de 1970.

Como reza el primer capítulo del cómic, ha pasado medio siglo desde que un tribunal militar del Estado español juzgara a dieciséis vascos y pidiera para seis de ellos la pena capital como responsables de la muerte del comisario y torturador Melitón Manzanas. Para los autores, el Proceso de Burgos todavía es hoy algo vivo, no un «mero recuerdo». Así que desde ese punto de partida han reconstruido un relato que «retuerce» la realidad para adaptarla a las necesidades del guión y las viñetas, y que parte de una carta remitida a una presa política vasca.

De esta manera, los autores han llevado a cabo con éxito este minucioso trabajo que para Antza «no es una plasmación perfecta de la realidad», ya que lo que lo que se ha perseguido en este peculiar libro ha sido transmitir la fuerza de los ambientes y vivencias de la época. Con todo, el escritor detalla que este primer relato refleja visualmente lo ocurrido fuera de la sala del pleito.

Por ejemplo, recoge las acciones que emprendieron las dos fracciones de una ETA dividida (ETA V y ETA VI) para liberar a los procesados y también la historia que hay detrás de uno de los hechos que acarrearon un sinfín de protestas en Euskal Herria y en el mundo: la grabación clandestina del momento de la declaración de Mario Onaindia y del canto del Eusko Gudariak por parte de los encausados.

Sin embargo, para el que quiera profundizar en los hechos, el libro ofrece un suplemento histórico-literario, también ilustrado. Y es que, la historia tiene tantos temas y subtemas, desde el punto de vista puramente político hasta lo humano, que el «límite físico» del papel ha sido, según Larrea, uno de los «obstáculos» que ha encontrado a la hora de elaborar el cómic. «El caso de Burgos no empieza hace 50 años y no acaba con el juicio, tiene algunos antecedentes y consecuencias», añade.

Así, la novela gráfica aporta también esa labor «más pedagógica», según Antza, en este anexo en el que aparecen quiénes fueron los procesados, cómo fueron detenidos, qué supuso eso a nivel mundial o a nivel de Euskal Herria, dando también la importancia que corresponde a los antecedentes.

De nuevo en el estilo de la novela gráfica, como medio sin prácticamente límites formales, la obra se consagra con un «extra» sobre el fin del secuestro de del cónsul de la República Federal de Alemania, Eugene Beihl, producido el 2 de diciembre de 1970 en Donostia, un día antes del inicio del pleito y que contribuiría a llamar la atención sobre Euskal Herria.

Para todos los públicos

En su primer trabajo conjunto, ambos han quedado satisfechos con el resultado. Para Antza era, también, su primer trabajo como guionista de cómic. Destaca que por la cabeza del escritor siempre deambulan imágenes a la hora de escribir y, plasmar ese guión en viñetas, aunque obviamente no sean tan exactas, ha sido un «placer» para él. Otro tipo de satisfacción que se diferencia de la expresión, en carne y hueso, de los guiones de sus obras teatro. Larrea alaba, por contraa, los «reflejos» y la «cultura visual» de Antza que en muy poco tiempo le pasó «un guión original».

Junto a la preparación estilística, hay un gran trabajo de documentación. Txutxo Abrisketa, Itziar Aizpurua, Arantza Arruti, Joxemari Blasco, Miguel Castells, Unai Dorronsoro o Iñaki Egaña son algunos de los entrevistados para realizar la novela gráfica cada detalle es significativo. «Adur hecho un trabajo impactante a la hora de hacer las localizaciones, plasmar la vestimenta de la época en dibujos... Él tenía que poner en viñetas lo que yo había puesto en un guión simple y el trabajo que ha hecho para dibujar el pueblo de Montori, la Concha de Donostia y todos los lugares que aparecen es muy difícil», señala Antza.

Pese a que podría tratarse de una forma de narrar uno de los hechos más decisivos de la historia de Euskal Herria a las nuevas generaciones, ambos remarcan que no han hecho el trabajo pensando en los jóvenes, ya que el el cómic es una publicación «para todos los públicos». Un intento de rescatar del olvido aquel consejo de guerra sobre el que Larrea destaca «lo que ha ido aprendiendo» por el camino, pues «de cada capítulo del Proceso se puede hacer una serie y, de cada personaje, un spin-off». «Iraultza eta Bizi!» es una forma de empezar.