El expresidente del Gobierno español José Luis Rodríguez Zapatero ha criticado este lunes la carta que más de 70 mandos retirados del Ejército han enviado a Felipe de Borbón en la que alertan sobre los riesgos que sufre la «cohesión nacional» por culpa del Gobierno «socialcomunista» que apoyan «filoetarras e independentistas».

En este contexto, el que fuera jefe del Ejecutivo ha recordado que su Gobierno tuvo problemas con el Ejército a cuenta del Estatut de Catalunya, luego cercenado por el Tribunal Constitucional desencadenando el «procés». En concreto, cuando el teniente general del Ejército de Tierra, José Mena Aguado, lanzó en la Pascua Militar de 2006 un discurso en contra de la norma.

«Eso dio lugar a actuaciones. Algunas se conocen y otras igual se conocerán con el tiempo. Si que había una actitud que no era apropiada de algún mando militar en relación con Estatut», ha reconocido Zapatero.

Junto a ello ha recordado la manifestación de marzo de 2007, en pleno proceso de negociación a dos bandas ETA-Gobierno y PSOE-Batasuna, celebrada por la derecha española en Iruñea.

Ha recordado que se movilizaron unas 50.000 personas, muchas de ellas llegadas en autobuses desde todos los puntos del Estado, para afirmar que «se había vendido Navarra a ETA». A la cabeza se situaron Miguel Sanz, presidente navarro, y Mariano Rajoy, entonces ya líder del PP. En aquella marcha se increpó al PSN al pasar ante la sede del Paseo de Sarasate.

«Y ya nadie se acuerda de aquello, ¿nadie va a pedir responsabilidades? Porque era muy grave», ha recordado Zapatero, uniendo aquella presión con la que ahora se dirige contra el PSOE de Pedro Sánchez por los acuerdos con EH Bildu.

A González y Guerra

Sobre el tema actual, Rodríguez Zapatero ha recordado que EH Bildu es una fuerza plenamente legal y que cuando se le legalizó «nadie dijo que no pudieran votar los presupuestos».

En cuanto a las críticas de Felipe González o Alfonso Guerra, su sucesor al frente del PSOE ha estimado que «el poder se ejerce generacionalmente» y que, en política, «cada tiempo tiene su afán».