Esta Nochevieja Anthony Hopkins cumplirá 83 años, y a su edad ya poco le importa lo que diga la crítica, porque a estas alturas de su vida no tiene nada que demostrar a nadie. Al igual que Robert De Niro, entiende su trabajo de otra manera, aunque le lluevan duros ataques por su supuesta falta de criterio al elegir los papeles que interpreta en la pantalla. Pero la carrera de una actor da muchas vueltas, y el galés vuelve a sonar con fuerza para el Óscar por ‘The Father’ (2020), donde brinda toda una lección magistral de arte interpretativo que quedará para la posteridad, además de resituarle en la senda del reconocimiento que jamás mereció perder.

Sabido es que se crece ante los personajes complejos, y en especial aquellos que se adentran en la locura. Aquí supera el gran reto de la exigente propuesta del dramaturgo francófono Florian Zeller, quien adapta al inglés y al cine su propia obra teatral del año 2012, ya que la situación degenerativa del protagonista está contada desde el punto de vista del enfermo. El debutante Zeller ha contado para escribir el guion con la estrecha e imprescindible colaboración del prestigioso Christopher Hampton, quien afina con los ya de por sí reveladores diálogos. Hopkins los dice con toda la furia del anciano que se enfrenta a la terrible perdida de su identidad, a medida que va perdiendo la memoria y la retentiva, sin reconocer ni entender a quienes le rodean.

La encargada de darle la replica es Olivia Colman, que asume el rol de la hija preocupada por el progresivo deterioro de la salud mental de su padre, convencida de que está recayendo día a día por culpa de la demencia senil. Ella se siente culpable porque no puede visitarle todos los días, y el paciente tampoco colabora, pues no se amolda con enfermeros y enfermeras, cuidadores que nunca son de su agrado. Zeller se inspiró en su abuela.