Dabid Lazkanoiturburu

Cientos de detenciones en las protestas por el encarcelamiento del opositor Navalni

Desafiando al frío y a la pandemia, miles de personas han salido a la calle a lo largo y ancho de la gigantesca Rusia. Pocas, pero demasiadas a tenor de la represión policial para abortar la campaña tras su detención en cuanto el opositor, cuyo envenenamiento niega Moscú, regresó al país.

 Policías se llevan a rastras a un detenido en Vladivostok. (Pavel KOROLYOV/ AFP)
Policías se llevan a rastras a un detenido en Vladivostok. (Pavel KOROLYOV/ AFP)

Cientos de personas han sido detenidas en las manifestaciones que, desde Moscú hasta Vladivostok, han desafiado a la Policía para exigir la puesta en libertad del opositor liberal Alexei Navalni

Desde la capital rusa hasta Yuzhno-Sajalinsk, capital de la isla de Sajalin, en el extremo oriente ruso, el equipo de Alexei Navalni, dirigente opositor encarcelado tras regresar el pasado domingo de Berlín, ha convocado manifestaciones en cerca de un centenar de ciudades y localidades del gigante eurasiático.

Las primeras manifestaciones, por los husos horarios, han tenidolugar en el extremo oriente ruso y en Siberia, en Vladivostok, Jabarovsk, Novossibirsk y en Tchita, además de en Ulán-Udé y en Irkutsk, al suroeste del lago Baikal.

En Yakutsk, al  sur del Círculo Polar, un centenar de manifestantes desafiaban los 50 grados bajo cero de temperatura.

Esta era incrementada por la Policía antidisturbios, que se empleaba «a fondo» para intentar impedir las marchas, sobre todo en Vladivostok, puerto ruso sobre el océano Pacífico.

«Si no hubiera venido no podría mirar a mis hijos y nietos a los ojos», señalaba un jubilado, que desafiaba a las porras y bastones de la policía.

Los manifestantes denunciaron el encarcelamiento por lo menos hasta el 15 de febrero de Navalni, quien volvió a Moscú tras cinco meses de convalecencia en Berlín, a donde fue trasladado en agosto tras caer gravemente enfermo en un caso que los laboratorios de Alemania, Estado francés y Suecia han confirmado como envenenamiento con un agente neurotóxico de la familia del soviético Novichok.

Rusia, que niega que fuera envenenado y tiene abiertos varios procesos que podrían condenar a Navalni a hasta cinco años de prisión, ha prohibido todas las manifestaciones para exigir su libertad, alegando la situación por la pandemia y a que las marchas «incitan a los menores a participar en actos ilegales».

Plaza Pushkin de Moscú

En Moscú, tradicionalmente y junto a San Petersburgo el epicentro de las protestas opositoras, el «paternalismo» del Kremlin se ha anticipado durante la semana y la Policía ha arrestado e interrogado a aliados de primer fila de Navalni. Dos fueron condenados el viernes a cortas penas de prisión.

Pese a ello, la compañera de Navalni, Iulia, ha anunciado su intención de participar en la manifestación.

La Policía identificaba a todo el que intentaba acercarse a la plaza Pushkin, oportunamente cercada por el Ayuntamiento para una reforma en la cual supuestamente cambiarán los adoquines del pavimento

Decenas de ellos eran introducidos en furgones policiales camino a comisaría, con la amenaza de ser perseguidos judicialmente.