«Gracias, amigo; gracias, compañero; gracias, Ministro; gracias. Su vida fue el reflejo más puro de vocación y servicio público. Con María Juliana, mis hijos y todo el Gabinete acompañamos a su familia en este momento tan doloroso para todos», ha manifestado en su cuenta de Twitter el presidente colombiano, Iván Duque, tras hacerse pública la muerte de su ministro de Defensa, leal escudero y posible sucesor en la candidatura a la Presidencia en 2022, Carlos Holmes Trujillo, quien ha fallecido este martes a los 69 años a causa del covid-19.

Todo el espectro político, desde el expresidente Juan Manuel Santos hasta el presidente de los Comunes, Rodrigo Londoño «Timo», han expresado su pésame por su muerte y por la del presidente de la Confederación General del Trabajo (CGT), Julio Roberto Gómez, quien también ha muerto el mismo día por complicaciones derivadas del covid.

Abogado de dilatada carrera en la política y en la diplomacia, Trujillo fue fiel aliado de Duque y figura de peso del Centro Democrático, partido fundado y dirigido por el expresidente Álvaro Uribe (2002-2010). Llegó a ser compañero de fórmula presidencial de Óscar Iván Zuluaga en las elecciones de 2014, en las que finalmente fue reelegido Juan Manuel Santos.

Crítico del acuerdo de paz con las FARC-EP, firmado en noviembre de 2016, su peso político en el Centro Democrático creció con el surgimiento de Iván Duque como candidato presidencial en 2018 y llegó a perfilarse como la carta de un sector duro del uribismo para las próximas elecciones presidenciales.

Primer nombramiento

Jugó un papel fundamental en la elaboración del programa de Gobierno de Duque, quien tras ganar, en junio de 2018, lo nombró canciller, la primera designación de su Gabinete. Como titular de Relaciones Exteriores, Trujillo trabajó por el fortalecimiento de las relaciones con EEUU y encabezó el llamado «cerco diplomático» contra Nicolás Maduro, a quien tildó de «amenaza a la seguridad regional».

El 12 de noviembre de 2019 Duque lo movió al Ministerio de Defensa para atajar la crisis que se gestaba en esa cartera por operaciones militares contra guerrilleros en las que murieron menores de edad.

Su gestión estuvo marcada por la polémica debido a su amparo a militares y policías involucrados en denuncias de abuso de la fuerza, violaciones de los derechos humanos o de corrupción, por lo que fue sometido a varias mociones de censura.