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La CUP no descarta entrar al Govern si hay confrontación democrática y giro a la izquierda

La entrada de la CUP en un Govern liderado por Pere Aragonès quizás no sea la opción más posible, pero la puerta queda abierta en palabras de Carles Riera con dos condiciones: «Confrontación democrática con el Estado y giro a la izquierda».

Carles Riera, número dos de la lista de la CUP, en la sede de la formación. (Oriol CLAVERA)
Carles Riera, número dos de la lista de la CUP, en la sede de la formación. (Oriol CLAVERA)

El número dos de la CUP este 14F, Carles Riera, ha asegurado este martes que están dispuestos a asumir responsabilidades en el Govern «si hay un giro a la izquierda y por el de ejercicio de la autodeterminación y la actuación soberana de las instituciones».

La CUP es de momento la formación más dispuesta y con menos condiciones, dado el veto cruzado entre JxCat y ECP, los otros dos invitados por Pere Aragonès (ERC) a un Govern de amplio espectro.

«Asumiremos todas las responsabilidades que sean necesarias siempre que se trate de avanzar en estos objetivos. En una legislatura autonomista y fracasada, desde el punto de vista de la respuesta a la crisis económica y social como hubo en la pasada, no estaremos», ha advertido Riera en una entrevista en Catalunya Ràdio recogida por Europa Press.

A la espera de reunirse pronto con ERC para empezar las negociaciones, ha defendido que la legislatura que empezará debe ser «de confrontación democrática con el Estado, y debe llevar a un giro a la izquierda» en las políticas que considera que deben adoptarse para superar la crisis derivada de la pandemia y en la estrategia independentista.

Todo ello tras recalcar, según Riera, que aún no han decidido si estarán en la oposición, si darán apoyo al Govern desde fuerza o si decidirán entrar, y que la decisión la tomarán en base a cómo se enfocará la próxima legislatura.

Hasel y los Mossos

Otro de los ejes que pondrán sobre la mesa en la negociación con ERC es la necesidad de que el Govern «no sea partícipe de la represión, con lo que escenas como la de Lleida, donde se ha detenido a Pablo Hasel, no deben repetirse, y debe haber marcha atrás en las acusaciones particulares de la Generalitat contra militantes independentistas y antifascistas».

«La Generalitat, y por tanto los Mossos d'Esquadra, deben dejar de ser un cuerpo de represión política. Esto va vinculado a un cambio del modelo de seguridad del país, en el que los mossos estén al servicio de la defensa de los derechos sociales, civiles y humanos», ha señalado.

Al preguntársele si aceptarían incluso dirigir la Conselleria de Interior, una hipótesis más que inverosimil, Riera ha apuntado: «Cuando digo que no tenemos límites a la hora de asumir responsabilidades y de que la represión no sea un limite, lo digo sinceramente».

«Pero nuestra asunción de responsabilidades será más fácil en función de los objetivos del Govern en esta legislatura», ha zanjado.