Durante el primer año de la pandemia el puerto de Baiona realizó un tráfico de 2.265.508 toneladas, lo que implica una ligera pérdida, que no llega al 1%, con respecto a 2019.

Superado el periodo de confinamiento y gracias a la puesta en marcha de un protocolo sanitario estricto, los servicios portuarios pudieron mantener su actividad, por lo que la práctica totalidad de las operaciones planeadas pudieron mantenerse «para alivio de las empresas que precisan de esta infraestructura pública», señala en su balance.

El puerto de Baiona se comportó mejor que otros puertos de la región de Nueva Aquitania, de la que depende, «en gran medida por su posicionamiento regional y europeo así como por la variedad de las mercancías que transitan por sus instalaciones».

De esta forma, el puerto baionarra no se ha visto impactado por la ralentización de los tráficos dependientes de las grandes líneas internacionales de transporte de mercancías o por el bloqueo prácticamente total que han soportado las líneas de transporte de pasajeros y que ha lastrado los balances de diversos puertos del Hexágono.

Por el contrario, en el contexto de la pandemia, se han comportado particularmente bien o incluso aumentado los flujos de productos destinados al sector agroalimentario, como los fertilizantes (+10,5%) o el maíz, (+16,5%). El tráfico de esos productos suponen el 43% del total del flujo de mercancías que gestiona el puerto baionarra con un 1 millón de toneladas anuales.

También se comportaron bien los productos petroleros (+ 68.618 toneladas, lo que implica un aumento del 27% con respecto a 2019), mientras que el mayor receso se produjo en materias siderúrgicas (-104 187 toneladas, un 13% menos que el año precedente) y productos forestales (-42 207 toneladas, -69%).

Mejora de servicios y muelles

En 2018, se realizaron distintas inversiones a cargo de la Cámara de Comercio e Industria (CCI) de Baiona, institución gestora del primer puerto labortano.

De esta manera fueron instaladas dos gas eléctricas de alta capacidad que permitieron al puerto reforzar sus servicios a los cargueros al poner a su disposición una maquinaria más eficaz.

En el muelle de Saint Bernard, sito en la margen derecha del Aturri, se desarrolla igualmente un plan de relanzamiento como zona de industria y servicios especializados, y se cuenta además con extender el muelle Gomes, sito en el sector de Blancpignon, «lo que permitirá, a su vez, completar la modernización de las infraestructuras en la margen izquierda con la posibilidad de recibir a la vez hasta tres navíos de grandes dimensiones», señala el balance.

Finalmente, el puerto ha mejorado las ofertas de enlace, para el traslado de mercancías, generalmente por vía férrea, lo que ha permitido consolidar flujos con ciudades como Marsella o Barcelona.