Xabier Izaga

Mikel Delika, artesano vidriero y músico gasteiztarra, Celedón de Oro 2020

Hoy se ha conocido el nombre del nuevo Celedón de Oro, el correspondiente a 2020. El jurado ha otorgado este año el galardón al artesano vidriero y músico Mikel Delika Gonzalez de Viñaspre, «un hombre polifacético que ha sido premiado fundamentalmente por su labor de artesano».

Mikel Delika, en su taller. (Jaizki FONTANEDA/FOKU)
Mikel Delika, en su taller. (Jaizki FONTANEDA/FOKU)

El maestro vidriero y músico Mikel Delika Gonzalez de Viñaspre es el Celedón de Oro 2020. El jurado ha destacado que es «un hombre polifacético que ha sido premiado fundamentalmente por su labor de artesano», en palabras de Josemari Vélez de Mendizabal, presidente de la asociación cultural Celedones de Oro.

El galardón se otorga anualmente a personas o entidades que hayan destacado «por sus servicios a la Ciudad de Vitoria-Gasteiz, su contribución al enaltecimiento de la misma, a su mayor prestigio y ejemplaridad, en cualquier forma de manifestación cultural, social, artística o científica». Según ha manifestado Vélez de Mendizabal, el hecho de que la labor de Delika haya sido reconocida por entidades internacionales «ha valido, pero realmente fue su currículum lo que se tuvo en cuenta».

Delika ha llevado a cabo trabajos en la Catedral de Santa María de Gasteiz, entre los que destaca su Estudio y Plan Director de las vidrieras de dicho templo, reconocido internacionalmente; se ha ocupado de  la restauración y mantenimiento de los faroles de la Procesión del Rosario; restauración, junto a Amaia Sanchez Bakaikoa, del conjunto de vidrieras del que fuera el Señorío de Bertiz en Malerreka; ha intervenido en la Casa de Juntas de Gernika, en numerosas iglesias, y fuera de Euskal Herria en el Seminario de Comillas, la Catedral de Jaén y otros muchos edificios.

En mayo de 2016, GAUR8 publicó un reportaje sobre los dos últimos artesanos vidrieros de Gasteiz. Uno de ellos era Mikel Delika, hoy el último, toda vez que Iñaxio Zarketa se jubiló poco después. La artesanía de vitrales es un oficio que se apaga y solo el amor a ese arte ha hecho que maestros como Mikel Delika y hasta hace poco Iñaxio Zarketa hayan continuado en él, a pesar de suponer un camino cada vez más lleno de obstáculos. Por eso, Mikel se muestra emocionado al saber que se ha reconocido su labor y ello contribuye a visibilidad un mundo luminoso como es el de las vidrieras y al que, paradójicamente, tan poca luz llega, «al que tan poca atención se presta».

Sin embargo, además de por su riguroso y espectacular trabajo en el arte de las vidrieras, son conocidos e innegables otros muchos méritos, como su aportación en el ámbito de la cultura y otros, entre los que destaca el carácter afable, alegre, amistoso y solidario de ‘Fiti’, como le llaman sus amigos.

Mikel Delika cursó Maestría Industrial por la rama de electricidad en Jesús Obrero; sin embargo, nunca ejercería esa profesión, ya que desde siempre se había sentido atraído por el mundo del dibujo y las vidrieras. Futbolista desde muy joven, comenzó en el club Javier y terminó en el Deportivo Alavés. Compatibilizaba esa afición con la música, en primer lugar el txistu. Fue alumno de Félix Ascasso, Celedón de Oro en 1985; posteriormente formó parte de la banda de gaiteros Or Konpon, formada por discípulos de otro Celedón de Oro, José María López de Elorriaga ‘Coppi’, y también fue miembro de la fanfarre del mismo nombre, en la que tocaba la trompeta. La misma trompeta con la que cada año interpreta la Retreta en el balcón de la Diputación anunciando las fiestas de San Prudencio, a excepción de las dos últimas ediciones pandémicas y, por tanto, suspendidas.

«Orgullo y satisfacción»

«Me llena de orgullo y satisfacción… no sé si tendré que decir también que lo siento, que no volverá a ocurrir», dice Mikel entre risas, y seguidamente: «En serio, estoy muy contento. No me esperaba esto ni por asomo. Fíjate, que a un alicate como yo le den esta historia...». Sin embargo, a muchos gasteiztarras y no gasteiztarras, especialmente a quienes conocen a Mikel, no habrá sorprendido lo más mínimo que el galardón que reconoce la trayectoria de quien ha destacado por su labor cultural, social, artística... en pro de la ciudad de Gasteiz haya recaído en Mikel Delika, y precisamente en la edición a la que más candidaturas se habían presentado, nada menos que diecisiete. A muchos no habrá sorprendido, y no pocos se habrán alegrado sinceramente por este reconocimiento a una persona por la que se sienten representados como gasteiztarras.

Año tras año recorre las calles de Gasteiz al son de su txistu y tamboril con diversas cuadrillas, un día con Los Txismes, a la que perteneció durante muchos años, y los demás con otras cuadrillas y amigos ocasionales, gasteiztarras, arabarras y de otros herrialdes. Al recordarle su trayectoria bromea diciendo que en su currículum también ocupa un lugar importante la parranda. «Que no se te olvide mencionar lo de Laguardia»; al momento lo explica: todos los años Mikel acude a esa localidad de Errioxa con los demás miembros de Zortziak, una cuadrilla 15 de amigos («como el nombre de la cuadrilla indica») que anualmente dedica un sábado para animar las calles de Guardia en fiestas con sus txistus y otros instrumentos, si bien el pasado año y, previsiblemente, también este deberán prescindir de la música debido a la suspensión de casi todos los actos festivos.

Mikel Delika Gonzalez de Viñaspre, maestro vidriero, músico, blusa y amigo de todos. Amigo de oro.