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Pedro Sánchez y su chuletón ‘al punto’, ¿cerrar un rifirrafe abriendo otro más enconado?

El consumo de carne protagoniza el enésimo capítulo de las discrepacias entre integrantes del Gobierno de coalición PSOE-UP. El presidente Pedro Sánchez defiende que nada iguala a un chuletón al punto, pero puede ser peor el remedio que la enfermedad.

No hay prácticamente semana en la que los socios de Gobierno en Madrid, PSOE y Unidas Podemos, no muestren públicamente sus discrepancias respecto a este o aquel tema.

El último episodio arrancó ayer miércoles, cuando el ministro de Consumo, Alberto Garzón (U-P), recomendó que se reduzca el consumo de carne porque «perjudica a la salud y al planeta». En un vídeo de seis minutos, Garzón apuntaba que en el Estado español se consume más carne de la recomendada por organismos internacionales y que según la OMS ingerir carne roja en exceso «puede traducirse en infartos, diabetes u otras enfermedades».

También alertaba de que la producción de carne gasta ingentes cantidades de agua –«cada kilo requiere 15.000 litros»– y que el 14,5% de las emisiones de gases de efecto invernadero proviene de la ganadería, especialmente de las macrogranjas.

Los datos proporcionados por Garzón no son novedosos y cuentan con el respaldo de nutricionistas o colectivos ecologistas, aunque rápidamente han florecido también las críticas. Entre estas últimas las de su compañero de gabinete Luis Planas (PSOE), ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación. Planas ha defendido este jueves que la campaña para reducir el consumo de carne ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación «es tan errónea como la del azúcar mata».

Planas ha subrayado que «a España vacía es secano y ganadería extensiva», un sector que el año pasado sumó exportaciones por valor de 10.000 millones de euros.

Entre dimes y diretes, le han preguntado por el tema a Pedro Sánchez, de viaje en Lituania. El presidente ha apostado por posicionarse «en términos muy personales. A mi, donde me pongan un chuletón al punto, eso es imbatible».

No falta quien observa en la frase un intento de zanjar el tema con lo que se viene denominando como un ‘zasca’ a Garzón, pero igual es peor el remedio que la enfermedad, al abrir un debate que aún despierta más pasiones y genera mayores enfrentamientos: ¿Cuándo está la carne al punto? ¿Muy hecha o poco hecha?