Iñaki Uriarte

Las fuentes de Luis Paret en Euskal Herria

Con motivo de la exposición que se muestra en Bilbo dedicada a Paret y en particular a una de sus creaciones, las fuentes públicas, el arquitecto Iñaki Uriarte aporta en este artículo una visión crítica sobre la intervención realizada en la de la Plaza de los Santos Juanes en Atxuri.

Fuente en la plazuela Santos Juanes de Bilbo. (GARA)
Fuente en la plazuela Santos Juanes de Bilbo. (GARA)

Hace unas semanas se ha inaugurado en el Museo de Bellas Artes de Bilbo en coordinación con el Museo de Arte Sacro una exposición dedicada pintor Luis Paret y Alcazar (Madrid, 1746-1799). Personaje que tenía relación con el Rey Carlos III que le deportó a Puerto Rico y a su regreso recaló en Bilbo entre 1779 y 1787 donde realiza encargos de la administración: pintar puertos del Cantábrico y el dibujo de fuentes públicas.

En esta época se implantó el suministro regular de agua a las poblaciones que entonces se lograba mediante manantiales o por pozos en su núcleo urbano hasta que se construyeron las fuentes. Un beneficioso y más higiénico sistema de abastecimiento a la vez que un acontecimiento, la ‘traída de aguas’, que se conmemoraba con la construcción de una fuente con cierto carácter ornamental proyectada por algún arquitecto o artista como Paret que dibujó las de Bilbo e Iruñea. En la capital de Nafarroa proyectó en 1788 cinco: la de la Beneficencia, la de Santa Cecilia, Plaza de las Recoletas, plaza del Consejo y la de Neptuno Niño. Actualmente continúan suministrando agua y son notables referencias monumentales del patrimonio y paisaje urbano de Iruñea.

En Bilbo el Corregidor del Señorío de Bizkaia Colón de Larreategui estableció que las dos fuentes encargadas se situaran en las dos plazas de la época, Santiago y la Plaza Vieja, y que además de para el suministro de agua fuesen elementos bellos como ornato de la villa, siendo inauguradas la víspera de de Navidad de 1785. En las pilastras se adosó un placa de mármol blanco con la leyenda ‘Reinando/ Carlos III/ la N.Villa de Bilbao/por el bien público/Año de MDCCLXXX’. En el Plan General están catalogadas como Elementos Protegidos. Nivel A, el máximo. Pero analizamos la de la desaparecida plaza Mayor en Atxuri debido al inaceptable estado en que se encuentra.

Inicialmente adosada al muro de la rampa de subida del puente de San Antón, entonces al otro lado de la iglesia homónima, es una pilastra semicircular que contiene el depósito de agua para surtir tres caños que vierten a una pileta común. Servía para dotar de agua a la población, al mercado entonces muy rudimentario y para la ‘aguada de navíos’, suministrar agua potable a los barcos que en la época atracaban en los muelles de la plaza. Una vez construido el puente nuevo (1877), al otro lado del templo y demolidor cinco años después el viejo, la fuente se trasladó a su actual emplazamiento anexo al antiguo Hospital Civil, hoy Instituto Politécnico, en la Plaza de los Santos Juanes. En su construcción, al igual que en Iruñea, participaron técnicos como el arquitecto Francisco de Ibero y el hidrógrafo Ignacio de Albiz.

En 1995, el alcalde Ortuondo inauguró la presunta recuperación de esta fuente que Surbisa promovió y toleró: una agresión disfrazada de restauración. El proyectista mostró el ego personal de ‘su diseño’ alterando una fuente neoclásica que confundió con un lavabo colocando en los lados unos grandes muretes a modo de encimeras de similar mármol y color a la misma altura de la pileta que quedó tapada y como consecuencia el monumento degradado.

Frente a aquel atentado cultural redacté un detallado artículo (‘Egin’, 16-04-1995) que de nada ha servido. Los graves daños persisten en la reciente obra para realzar la celebración de Paret y la fuente de San Antón limitada a una limpieza y reponer un caño, dando por buena la agresiva manipulación lo que denota un lamentable concepto de cómo se interviene en un  monumento catalogado.

Esta ‘brutalidad ilustrada’ no se permite en ningún sitio civilizado, solo es concebible en Bilbo, muestra de la precaria sensibilidad en la materia del alcalde Aburto, del concejal de cultura Olabarria y del de Urbanismo Abaunza, que han asumido la actuación en la fuente, sintomática de una trayectoria de atentados culturales en patrimonio monumental y tiene la osadía de decir que la fuente «está ligeramente alterada». Está conceptualmente totalmente deformada. Es por tanto imprescindible demoler la obra realizada hace 26 años y realzada ahora.